Una visita al ginecólogo será vital para descartar la existencia de ciertas afecciones o infecciones.
Una visita al ginecólogo será vital para descartar la existencia de ciertas afecciones o infecciones.
Isabella Jugo Escate

En muchas familias existe la creencia de que solo se debe cuando hay alguna molestia o anomalía, pero no es así. De acuerdo con Oncosalud, son sumamente importantes para prevenir enfermedades, conservar la salud y aumentar la calidad de vida. Por ello, a partir de cierta edad, se deben planificar citas periódicas y, en caso aparezcan síntomas de alguna dolencia, añadir las que se necesiten.

“En el caso de las familias con adolescentes, hay mamás que se alarman muchísimo por la situación, pues no tuvieron una buena orientación. En situaciones así, lo mejor es que lleven a su hija a una cita con el ginecólogo para tener una instrucción antes de la menstruación. De este modo, se le podrá explicar qué es la regla, qué cambios sucederán en su cuerpo y cómo funciona la higiene femenina a partir de los 11 años”, enfatizó la Dra. Alida Oblitas, ginecóloga obstetra de la Clínica Ricardo Palma.

Por el otro lado, según la especialista, si la madre ya ha logrado explicarle a su hija todo sobre el proceso de la menstruación, puede ofrecerle programar citas periódicas desde la aparición si la adolescente se siente cómoda con ello. Asimismo, debe saber que, si siente alguna molestia, será fundamental asistir a una consulta adicional con el ginecólogo.

Es fundamental saber en qué casos nuestro adolescente necesita asistir a una cita con el ginecólogo.
Es fundamental saber en qué casos nuestro adolescente necesita asistir a una cita con el ginecólogo.

¿Cuándo debo llevar a mi adolescente al ginecólogo por primera vez?

La Dr. Oblitas indicó que será fundamental para marcar el inicio de las visitas al ginecólogo. No obstante, también depende mucho de la decisión de la adolescente y cómo se sienta cómoda. Por ello, la experta resaltó la importancia de hacer que su primera experiencia con el ginecólogo sea placentera.

“Los padres deben buscar un médico que sea empático con la niña. Si su primera experiencia no es positiva, es muy probable que no quiera regresar. Es imprescindible que sea un especialista de la salud que se preocupe por conocer a su paciente y sus emociones”, señaló en relación a la etapa de cambios que se viven en la adolescencia.

¿Qué es la dismenorrea primaria?

La Dra. Mónica Flores, ginecóloga obstetra de la Clínica Anglo Americana, explicó que una de las consultas más comunes entre las adolescentes gira alrededor de la dismenorrea primaria, una alteración de la menstruación. “Por lo general, estos comienzan una vez la paciente comienza a ovular, es decir, de 6 a 12 meses luego de la primera menstruación”, especificó.

En un caso así, asistir a una consulta con el ginecólogo permitirá iniciar un tratamiento empírico si el historial no sugiere la presencia de alguna otra patología. “La gran mayoría de los pacientes responde bien a este manejo inicial con medicamentos antiinflamatorios no esteroidales (NSAIDS, por sus siglas en inglés), métodos hormonales o una combinación de ambos”, enfatizó.

Si tu adolescente cuenta con esta afección, las visitas deben ser periódicas para hacer un seguimiento. Si no se observa una mejoría en los síntomas dentro de los primeros 3-6 meses de tratamiento, se deberá analizar la situación y buscar una causa secundaria para el dolor. “En ese momento, será fundamental la elaboración de un examen pélvico y una ecografía pélvica”, agregó.

¿Cuáles son las consultas ginecológicas más comunes entre las adolescentes?

La Dra. Flores enumeró los seis principales motivos por los que las madres y sus hijas suelen acercarse a una consulta ginecológica. Entre ellos, se encuentran:

  1. Alteración de la menstruación: Sangrado abundante
  2. Alteración de la menstruación: Menstruación antes de los 9 años
  3. Alteración de la menstruación: Menstruación después de los 16 años
  4. Hirsutismo: Evaluación Conjunta con el dermatólogo y endocrinólogo.
  5. Flujo vaginal

En el caso del flujo vaginal, la ginecóloga de la Clínica Anglo Americana hizo hincapié en que la gravedad del caso dependerá del color y la textura del flujo. Las opciones son las siguientes:

  • Claro o blanco: Varía en cuanto a espesura y cantidad durante el ciclo menstrual. Al secar puede verse amarillo.
  • Muy blanco y espeso: Señal de infección por hongos. Produce mucha picazón e irritación.
  • Gris y liviano: Acompañado de un olor fuerte. Indica una infección bacteriana o ITS.
  • Roja, rosa o café oscuro: Significa que casi llega tu menstruación o término de la misma.
  • Verde o amarillo: Puede ser por una infección, generalmente causada por una ITS

“Si el color del flujo vaginal indica la existencia de una infección, será esencial contar con el asesoramiento de un ginecólogo para realizar el tratamiento correspondiente”, concluyó.


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