Martín Acosta González

Las denuncias sobre presuntos abusos sexuales, físicos y sicológicos perpetrados por miembros del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) están en una etapa decisiva. Mientras la fiscalía acumula testimonios importantes para la investigación, en el Vaticano ya recibieron el informe final de la Comisión de Ética para la Justicia y la Reconciliación convocada por la institución y que acuñó toda la información sobre las denuncias.

El pasado miércoles el actual superior general del Sodalicio de Vida Cristiana, Alessandro Moroni, viajó a Roma para “ponerse a disposición de la Iglesia”. En tanto, su fundador Luis Fernando Figari Rodrigo, principal acusado, continúa desde el año 2010 en un retiro espiritual en un lujoso departamento en Italia.

EL INFORME CLAVE
Pese a que el contenido del informe de la comisión de ética es aún reservado, El Comercio pudo conocer que este sí halló a Luis Fernando Figari y a otras cabezas del movimiento como responsables de muchas de las denuncias presentadas por ex sodálites y que fueron recogidas en el libro “Mitad monjes, mitad soldados” de los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz.

De hecho, el propio Alessandro Moroni en un video publicado por el Sodalicio el pasado 5 de abril declaró a Luis Fernando Figari “culpable de los abusos que se le imputan” y lo declararó personan non grata para la organización que “deplora y condena su comportamiento”.

El pronunciamiento, según pudo conocer este medio, se dio luego de que Moroni conociera detalles de la investigación. No obstante la separación de Figari se concretaría solo después de que el Vaticano emita su informe final. Para ello también tomará en cuenta el reporte preliminar de los investigadores extranjeros y el informe del visitador apostólico, monseñor Fortunato Pablo Urcey, obispo prelado de Chota (Cajamarca)

“No sabemos cuándo se emitirá el pronunciamiento sobre Figari pero esperamos que sea lo más pronto posible para terminar con su retiro en nuestras comunidades de una vez y concretar su separación”, dijo Moroni. Según informó Hay más de 20 personas dentro de la comunidad que están siendo investigandas.

FIGARI
Desde que se destapó el escándalo por presuntos casos de abusos en el Sodalicio, Luis Fernando Figari Rodrigo, optó por el silencio y no declaró públicamente. Sus pronunciamientos apenas han sido a través de su abogado, Juan Armando Lengua Balbi y de una carta privada que distribuyó internamente a sus sodálites.

Según reveló El Comercio, Figari vive en una residencia ubicada en una exclusiva zona de Roma, donde los alquileres cuestan varios miles de euros. En ese lugar, que cuenta con todas las comodidades y lujos, el fundador del Sodalicio vive un retiro espiritual desde el 2010. Luego en 2015, el Vaticano ordenó que no tenga contacto con personas residentes en el Perú.

En la carta Figari se declara inocente y califica de “señalamientos, desinformaciones y maltratos” las imputaciones por abusos contra ex integrantes menores de edad. No obstante, reconoce que en los 40 años que lideró el Sodalicio cometió lo que denomina “graves errores, fallas, ligerezas” sin precisar a qué casos específicos se refiere.

“Me duele profundamente cualquier daño que pueda haber ocasionado y que personas puedan haber sido lastimadas. Por ello, considero oportuno el momento para pedir perdón sinceramente y de todo corazón a todos y cada uno de quienes haya podido herir”, señaló.

Su abogado Juan Armando Lengua Balbi ha tratado de restarle valor al libro “Mitad monjes, mitad soldados". "Estos testimonios son relatos publicados en esta obra y no tienen legalmente valor como testimonios porque son presentados por personas que han sido identificadas como seudónimos". "Es una obra que tiene mucho de novela", dijo.

Incluso, el abogado de Figari ha señalado que su defendido declarará cuando la Fiscalía cumpla con esclarecer los hechos por los que se ha abierto esta investigación. “Tendrán primero que identificar a las víctimas. Debe respetarse el debido proceso, así lo dice la ley (…) Si no las hay (pruebas físicas de los abusos), qué puedo hacer. Analizaré por eso los testimonios, pero si en ese momento las circunstancias no están precisadas, ni las pruebas se han presentado... Si me dicen ahora que no existen, ¿a quién pueden condenar sin pruebas?

LOS ABUSOS
En octubre del 2015, los periodistas Pedro Salinas y Paola Ugaz publicaron el libro “Mitad monjes, mitad soldados” donde recoge testimonios de abusos físicos, psicológicos e incluso sexuales cometidos por Luis Fernando Figari y otras cabezas del Sodalicio de Vida Cristiana.

El libro reúne 30 testimonios, 29 de ellos denuncian abuso físico y psicológico, cinco de estos por abuso sexual, y tres de estos cinco se denunciaron ante el Tribunal Eclesiástico de Lima, que luego precisó que no es su competencia resolver denuncias contra miembros de instituciones de derecho canónico, como el Sodalicio, pues estas responden a tribunales del Vaticano.

Semanas después, más ex integrantes del Sodalicio de Vida Cristiana (SVC) denunciaron en un reportaje emitido por “Cuarto poder” otros abusos cometidos en esa organización. El informe presentó la historia de un ex integrante del Sodalicio que entregó dos décadas de su vida a esta comunidad, pero que en el 2011 decidió retirarse. Luego de abusos físicos y un intento de violación por parte de Luis Fernando Figari.

Paralelo a ello, la Fiscalía Provincial Penal 26 de Lima abrió investigación de oficio por este caso y reunió testimonios importantes de víctimas y de autoridades del Sodalicio. El propio superior general Alessandro Moroni, se presentó ante el fiscal para brindar su testimonio.

El Sodalicio ha pedido perdón a las víctimas de los abusos en varias oportunidades y anunció recientemente una reestructuración del movimiento. “Perdón a las víctimas de cualquier tipo de abuso y atropello que hayan sido objeto por parte de cualquier miembro de nuestra organización. Perdón a los denunciantes que por años no obtuvieron una respuesta satisfactoria y contundente de parte de nuestras autoridades”, expresó.

El Cardenal de Lima, arzobispo Juan Luis Cipriani, también será citado por denuncias relacionadas al Sodalicio, según se informó el titular de la Sexta Fiscalía Penal de Lima, Marcos Villalta. Él ordenó ampliar la investigación al determinar que el caso se encuentra incompleto y que faltan algunas diligencias, tales como la declaración del arzobispo.

CÚPULA DEL SODALICIO
“Si Luis Fernando Figari habla, cae la cúpula del Sodalicio y esa organización no está dispuesta a venirse abajo. De la cúpula debería salir (Alessandro) Moroni, quien me hizo creer que iba a expulsar a Figari. Le di el beneficio de la duda y le creí, como un tonto. En la práctica, está enterrando y ocultando la verdad”, dijo Pedro Salinas, autor del libro que da origen a la denuncia.

Para Salinas hay más nombres que serían cómplices de Figari: “Jaime Baertl Gómez y Eduardo Regal Villa [religiosos del SVC] son cómplices de un pederasta [Figari]. Ellos deberían haber sido expulsados hace rato por vejámenes atentatorios contra los derechos humanos, pero siguen ahí”.

GRAVES ANTECEDENTES
Esta no es la primera vez que se denuncian abusos dentro del movimiento Sodalicio. En el 2008, se inició un proceso de beatificación a Germán Doig Klinge (1957-2001), quien fue vicario general del SVC y segundo al mando después de Figari, proceso que fue luego cancelado. Esto porque durante la investigación para su beatificación se conocieron denuncias por abusos sexuales cometidos por Doig Klinge. Tras ello, Figari renunció a su cargo de superior general del Sodalicio. Los motivos que dio fueron problemas de salud.

Según el archivo de El Comercio, el 29 de octubre del 2007 la policía arrestó a Daniel Beltrán Murguía, miembro del Sodalicio de Vida Cristiana, cuando se encontraba en un hostal del Centro de Lima en compañía de un niño de 12 años, a quien fotografiaba semidesnudo.

Ante ello, la institución emitió un comunicado en el que lamentó la situación que involucró a su miembro. “Beltrán ha sido inmediatamente expulsado de nuestra institución”, señaló el comunicado.

En nota publicada por este Diario, el 2 de febrero del 2011 se informó que el Sodalicio había realizado investigación interna sobre el caso de Doig, fallecido en el 2001. Esa indagación llevó a cancelar el estudio de su vida orientado a determinar si era una persona modelo.

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