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Programa Splash 2018

Desde que se fundó Splash, en el 2015, 2.672 adolescentes han contribuido a solucionar algunos problemas que aquejaban a sus comunidades. Lejos del asistencialismo, los jóvenes tuvieron que pensar en  proyectos creativos de  que contribuyeran a mejorar la vida de otros. 

Cada equipo de estudiantes decide a quién ayudar. Un grupo, por ejemplo, arregló un local comunal en y dejó una granja de cuyes. Otro alumbró una calle con . También ha habido equipos que han optado por ayudar a cunas, asilos, otros centros de estudios y albergues de animales.

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"Nosotros los guiamos a través de nuestro manual a detectar un problema en su entorno y analizar los recursos con los que cuentan para solucionar el tema en 17 semanas. Luego, le brindamos asesorías online o de manera presencial en su colegio cuando los chicos lo solicitan", cuenta Fina Camet Piccone, fundadora del programa. 

El año pasado participaron 121 equipos de 47 colegios (72 equipos de Lima y 49 de provincias). En total, 1.121 muchachos.

Este año, Splash espera que 1.500 adolescentes se sumen al programa. Las inscripciones cierran el 26 de mayo (Cortesía: Splash).
Este año, Splash espera que 1.500 adolescentes se sumen al programa. Las inscripciones cierran el 26 de mayo (Cortesía: Splash).

"Los jóvenes se sorprenden ellos mismos de lo que son capaces de realizar con muy pocos recursos económicos. Con buena motivación, con herramientas de gestión y liderazgo son capaces de crear soluciones importantes y trascendentes", dice Camet. Añade: "Los jóvenes son muy sensibles a los problemas de su entorno. Quieren un Perú mejor, con más oportunidades".

Uno de los proyectos ganadores del año pasado fue el del grupo 'Jelyi', del colegio María Montessori de Piura, que implementó, con material reciclable, un vivero en una escuela pública de Paita. Además, implementaron un sistema de riego con agua de mar desalinizada.

"Ese proyecto fue increíble. Con material muy simple y un proceso de decantación de la sal por gravedad regaban las bateas donde habían plantado tomates, lechugas, espinacas. Era un biohuerto en bateas. Y además les enseñaron a los niños del colegio el procedimiento para que lo repliquen en sus casas", recuerda Camet.

Otro de los grupos participantes, '11 sonrisas' (también del Colegio María Montessori) trabajó con presos del penal de Piura, a quienes les donaron una máquina que produce fibra sintética para rellenar cojines, casacas, edredones. "Era una máquina muy cara para comprar así que un artesano mecánico la fabricó. Los chicos lo financiaron con la venta de chocotejas, pasteles, alfajores, salchichas, queques que ellos mismos preparaban en casa", recuerda Camet. 

La directora del colegio les habilitó un kiosco en el patio. Llegaron a recaudar S/ 4.000. Además, los ‘splashers’ se comprometieron a abastecerlos de material: botellas de plástico descartables y un líquido que, al verterse en la máquina y con calor se transforman en el relleno sintético.

El grupo 'Exan', del colegio La Salle, logró reducir la anemia en el colegio Santiago Apóstol de la comunidad de Punchauca, en . Realizó campañas informativas sobre hábitos de higiene y alimentación, ferias gastronómicas, demostraciones sobre cómo preparar de alimentos ricos en proteínas y hierro a bajo costo, y repartió recetarios.

Con la colaboración de dos padres de familia médicos y la autorización del resto de padres del colegio beneficiario tomaron muestra de sangre a los estudiantes al inicio y término del proyecto. El resultado fue que el 64% de la población estudiantil había superado la anemia

Este año, espera que 1.500 adolescentes se sumen al programa. Las inscripciones cierran el 26 de mayo. Pueden participar todos los escolares que cursen del tercero de secundaria en adelante ingresando .  

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