Arriba, la imagen de Gustavo Cerati, abajo, los artistas del Circo del Sol se despiden del público.
Arriba, la imagen de Gustavo Cerati, abajo, los artistas del Circo del Sol se despiden del público.
Jose Silva

Me pregunto qué fuerza sobrenatural llegó a poseer el Jockey Club la tarde del domingo. Y es que solo eso puede explicar lo que generó la primera función de “Sép7imo día, no descansaré”, el espectáculo del que rinde homenaje a la legendaria banda argentina

Esa misma fuerza que permitió a muchos soportar el embate (y la correspondiente postergación del estreno) generado por la Tormenta del Siglo, se hizo presente en un show que será tan difícil de olvidar como cualquiera de los conciertos que dio aquel tridente mágico formado por Gustavo Cerati, Charly Alberti y Zeta Bosio. 

Si bien “Sép7imo día, no descansaré” es promocionado como un homenaje a Soda Stereo es imposible desligarla del Cirque du Soleil. La compañía canadiense –que ya brindó espectáculos ligados a íconos musicales como Michael Jackson, The Beatles y Elvis Presley –presentó a 30 de sus mejores artistas en tierras peruanas. 

La función puede partirse en dos. La primera parte compuesta por los temas más ‘lentos’ de Soda. Ahí el fuerte está claramente en los números artísticos. Fornidos acróbatas que parecen no fallar se unen con una serie de personajes que parecen sacados de un planeta tan irreal como maravilloso. 

En la segunda parte del espectáculo están, sin duda, los grandes hits del grupo argentino. “Sobredosis de TV”,  "Persiana Americana", “Te hacen falta vitaminas”, “Prófugos” y “Cuando pase el temblor” desatan aplausos y convierten el Jockey Club en un gigantesco karaoke de la nostalgia. Adultos se confunden con sus hijos adolescentes admirando un espectáculo particularmente especial. 

Cada una de estas dos partes aparece intercaladamente, una decisión acertada porque propicia un elemento fundamental en cada show que se precie de ser bueno: el factor sorpresa, esa posibilidad de llevar nuestras emociones al límite conforme inicia una nueva canción. 

“Sép7imo día, no descansaré” guardó “De música ligera”, ese himno de los noventas que se resiste a abandonar nuestra memoria, para el final. Aparecen juntos todos los artistas y presentan un resumen de sus actos y habilidades. El furor del público está al tope. Arriba la imagen de Charly, Zeta, pero principalmente la del querido Gustavo, iluminan una noche de ratificaciones. 

Luego de presenciar el espectáculo sales pensando si acaso el arte del Cirque du Soleil puede llegar a opacar el legado musical de Soda Stereo. La respuesta a esta duda no precisa de mucho análisis: estamos ante un círculo perfecto, en el que las mejores melodías de un grupo legendario toman vida en artistas de talla mundial. 

No hay más que decir. 

MÁS INFORMACIÓN
Espectáculo: “Sép7imo día, no descansaré”
Lugar: Jockey Club del Perú
Funciones: Hasta el 2 de julio
Venta de entradas: Teleticket de Wong y Metro

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