El anuncio de nuevas leyes que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo en Estados Unidos ha causado mucho revuelo, al punto de hacer que los interesados hagan filas en sus alcaldías locales para intercambiar votos, acto que ahora podrán hacer en la Catedral Nacional de Washington, una de las iglesias más importantes de Estados Unidos.

El recinto, también conocido como la Iglesia de San Pedro y San Pablo, es la sede de varios actos oficiales también, como los funerales de varios presidentes y ceremonias de inauguración del gobierno de cuatro mandatarios más, incluyendo Barack Obama.

El obispo Mariann Budde decidió permitir el rito en la catedral desde que el matrimonio entre personas homosexuales fue legalizado en el distrito de Columbia y en Maryland, por lo que se vieron obligados a crear un rito entre personas del mismo sexo, considera como el prelado “otro paso histórico hacia una mayor igualdad.

Asimismo, los estados de Washington, Maine y Maryland legalizaron los matrimonios homosexuales en referéndums durante la elección general de 2013. Los ayuntamientos de Baltimore, Portland, Maine y Seattle han realizado matrimonios homosexuales desde que las primeras de estas parejas intercambiaron votos en diciembre.

La Iglesia Episcopal estadounidense está vinculada a la de Inglaterra, que aprobó hace una semana el avance de los sacerdotes varones en relaciones homosexuales al grado de obispo con la condición del celibato.

Para casarse en la Catedral Nacional, al menos un miembro de la pareja debe haber sido bautizado por el rito de ese templo, y ambos deben comprometerse en un matrimonio cristiano “fe, amor, tolerancia y confort mutuo perpetuo”.