Narendra Modi, de vendedor de té a gobernante de la India
Narendra Modi, de vendedor de té a gobernante de la India
Redacción EC

Nueva Delhi (DPA). Ningún otro político crea tanta división en la India como Narendra Modi, quien se prepara para convertirse en nuevo primer ministro del gigantesco país asiático.

Sus seguidores ven en Modi, de 63 años, un gestor eficiente, que como jefe de gobierno de su estado natal, Gujarat, logró controlar la extendida corrupción y atraer a inversores. Su compañero de partido de muchos años Yamal Vyas alaba al nuevo "hombre fuerte" del subcontinente: "Duerme cinco horas al día y trabaja casi las restantes 19 horas, cada día".

Sus adversarios definen a Modi en cambio como un hombre con sed de poder, intolerante y autoritario. "Es un tipo diabólico que destruye a cualquier persona a quien considera un peligro", dice el periodista R.K. Mishra.

Son especialmente los musulmanes, que representan alrededor de un 15 por ciento de la población india, los que tiemblan ante la llegada al poder del nacionalista hindú. Bajo su gobierno en Gujarat, turbas hindúes masacraron, violaron, mutilaron y quemaron a más de 1.000 musulmanes. Hay estudios políticos que califican esos disturbios violentos como "pogromos", porque suspuestamente estuvieron inducidos por el poder del estado.

Modi ha sido elegido, entre otros sectores, por un gran número de indios jóvenes -la edad media en el país es de 27 años-, que esperan que el nuevo primer ministro cree los puestos de trabajo que se necesitan urgentemente en la industria. Además, Modi ofrece un amplio espacio para la identificación: pertenece a una casta baja, se crió en condiciones humildes en la ciudad de Vadnagar, famosa por sus templos, y ayudó a su padre a vender té en la estación de tren. Hoy, aparece públicamente vistiendo ropa hecha a medida y llevando gafas de diseño sin marco.

SU VIDA POLÍTICA
El ascenso político de Modi comenzó en el seno de Rashtriya Swayamsevak Sangh (RSS), una organización de voluntarios fundada según el modelo fascista que cree en la hegemonía del hinduismo. Modi ascendió de limpiador a ocupar los cargos más altos de esa organización. "Bajola dirección de la RSS, Modi perfeccionó su capacidad de dirigir a la gente y fundar sistemas organizativos", escribe su biógrafo, Nilanjan Mukhopadhyay.

A finales de la década de los 80, la RSS lo envió a la organización hermana BJP, el Bharatiya Janata Party. Según Mukhopadhyay, Modi se dio a conocer en el BJP por su talento organizativo y fue conquistando cada vez más responsabilidad. Finalmente, en el estado de Gujarat fue nombrado tres veces seguidas primer ministro.

El poderoso industrial indio Anil Ambani califica a Modi como "rey entre reyes". Los críticos, sin embargo, aseguran que Modi debe muchos aspectos de su carisma a un buen cuidado de su imagen y a la maquinaria de relaciones públicas. Por ejemplo, algunas verdades menos halagüeñas sobre Gujarat, como la elevada tasa de fracaso escolar, fueron minimizadas intencionalmente, dice Ajay Dandekar, profesor de historia en la Universidad de Shiv Nadar.

En los últimos meses, Modi estaba en todas partes: en pancartas gigantes, en anuncios, en autobuses y en canales de televisión. Pronunció discursos en 347 mítines y viajó 300.000 kilómetros por el subcontinente. En numerosas entrevistas, Modi se define a sí mismo como amigo de todos. "También los musulmanes quieren puestos de trabajo y un buen gobierno", afirmó. Cuando construya carreteras, todos podrán circular por ellas, prometió.

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