A Essalud le falta plata, por Ricardo Pino
A Essalud le falta plata, por Ricardo Pino
Ricardo Pino

En abril del 2009 se promulgó la Ley 29351, que estableció que las gratificaciones estén exentas del aporte a , en principio hasta diciembre del 2010, plazo que se fue ampliando hasta el presente año, en que el Congreso aprobó que las exoneraciones sean permanentes. Esto ha dado pie a una serie de comentarios, con argumentos a favor y en contra de la medida. Los que están a favor indican que este excedente permitirá a las personas disponer de más recursos para gastar y que fomentará el crecimiento de la economía. Los que están en contra indican que no se puede poner en riesgo la atención médica, que es uno de los servicios básicos a los que tiene derecho la población. Por su parte, la doctora , directora ejecutiva de Essalud, ha expresado como argumento en contra que la población asegurada crece a una tasa de 7% anual y que demanda cada vez mayores servicios de salud.

Si bien estos argumentos, a favor y en contra, son válidos, no están relacionados con el tema de fondo. Lo relevante no es determinar si deben ser 12 o 14 aportes anuales por trabajador, sino cuánto presupuesto necesita Essalud para atender con un servicio de calidad comparable al que recibe un asegurado de una compañía de seguros del sector privado. La respuesta requiere un estudio profundo, pero podemos empezar revisando algunos datos. 

Según la página web de Essalud, entre diciembre del 2008, antes de aprobarse la , y diciembre del 2014, el número de sus asegurados creció 37%, pasó de 7,6 millones a 10,4 millones, mientras que sus ingresos se incrementaron 74%, pasó de S/.5.110 millones a S/.8.883 millones. El incremento de ingresos, en términos reales, fue de 49%. Es decir, pese a la reducción de las aportaciones en las gratificaciones, Essalud cuenta hoy con un ingreso real anual, por asegurado, de 9% más de lo que contaba hace seis años. Esto se debe a que los aportantes hoy ganan relativamente más que hace seis años, producto del crecimiento económico.

Por otro lado, en el 2008, el 16% de los ingresos de Essalud se destinó a compras de bienes y el 41% a gastos de personal; mientras que en el 2014, las compras de bienes representaron 15% y los gastos de personal el 50% de los ingresos. En términos reales, los gastos de personal han crecido 77% en los últimos seis años. Este incremento se debe tanto a un aumento del número de trabajadores como a un incremento de las remuneraciones de estos. Finalmente, si dividimos los ingresos del 2014 entre el número de afiliados, tendremos que Essalud recaudó S/.854 por asegurado, un monto comparable al de un seguro médico privado, más aun si tomamos en cuenta que alrededor de 7% de los asegurados de Essalud no utilizan sus servicios, pues prefieren atenderse en el sector privado.

Es razonable pensar que el personal de Essalud requiere estar mejor pagado, pero también debe brindar servicios con la calidad que ofrece el sector privado. Es probable que Essalud necesite una reingeniería; para eso se requieren estudios técnicos. En todo caso, lo inaceptable es que los sectores público y privado les deban S/.4.000 millones, según la doctora Baffigo. Ese dinero bien podría utilizarse para transformar a Essalud en el sistema de atención moderno que necesitamos los peruanos.