Claudia Chiroque

Tres días, más de 150 mil personas, un escenario: el . Y no, no jugaba la Selección, era el aniversario 51 del mejor grupo de cumbia de nuestro país: el .

Aniversario tras aniversario, el grupo fue haciendo historia. Hace un año, el ‘sold out’ en el Estadio de San Marcos fue un hito, ¡vaya puesta en escena por tres días consecutivos! Sin embargo, el deseo y el pedido a gritos de sus fans (me incluyo) era ver al grupo en el escenario peruano más referencial para todo artista: el Estadio Nacional.Nacional, Nacional, Grupo 5 en el Nacional” se ha ido escuchando en los últimos conciertos y este último fin de semana se logró. El Nacional vibró al ritmo de la cumbia peruana.

El Grupo 5 no solo es un referente del género. Si hacemos un repaso por los últimos años, uno de sus grandes logros ha sido que la cumbia se mantenga vigente, llevándola a otro nivel en calidad musical y espectáculo, colaborando además con artistas de talla internacional y de géneros que hace más de una década uno no imaginaría mezclar, como Mike Bahía y Guayna (solo por poner un ejemplo de lo que dejó este último aniversario), y, sin duda, su gran poder de convocatoria.

Soy una fiel creyente de que el arte (en este caso, la música) tiene un efecto búmeran increíble a todo nivel: social, cultural y económico. Desestigmatizar el género es uno de sus tantos méritos, mantener la esencia y el sentimiento (amor o desamor, elija usted) en cada canción renueva nuestra expresión cultural muchas veces como una herramienta en nuestra capacidad de comunicar. En lo económico, ni qué decir, y aquí les pido tratar de ver el panorama completo, no desde el pragmatismo del consumismo, sino desde la cadena de oportunidades de trabajo que genera un movimiento musical, no solo a la interna de las agrupaciones y sus cadenas de proveedores y servicios, sino en el emprendedor que espera poder arrasar en ventas en eventos como este. Justamente hace unos días la Sunat dio cuenta de casi S/3 millones por concepto de venta de alimentos y bebidas en el concierto del Grupo 5, ¿por qué no pensar que este podría ser el camino para formalizar a quienes hoy se sienten perseguidos en su intento por hacerlo?

Christian, Andy y Elmer Yaipén lograron que “de Monsefú para el mundo” deje de ser un cliché y se convierta en una realidad. Han acercado al Perú a quienes a través del “humo del cigarrillo” o de “parranda la negrita” se han teletransportado y conectado con sus raíces. Y seguirán expandiendo horizontes, pues ya anunciaron una gira por Europa que sin duda será exitosa.

Lo que también han asegurado es mantener un legado. Elmer Rafael, Sebastián y Mathías (hijos de Elmer y Christian) sorprendieron con sus interpretaciones y conmovieron al Nacional. Fue el momento a “puro corazón” de este aniversario.

Larga vida a la cumbia. Larga vida a la identidad a través de la música. Larga vida al Grupo 5.

*El Comercio abre sus páginas al intercambio de ideas y reflexiones. En este marco plural, el Diario no necesariamente coincide con las opiniones de los articulistas que las firman, aunque siempre las respeta.

Claudia Chiroque es Periodista y abogada