"Como pocos, Francisco Miró Quesada Rada ha contribuido a reforzar la democracia en el Perú. Varios de sus aportes, como el referéndum y la revocación de autoridades, fueron incorporados en la Constitución vigente". (Foto: Archivo El Comercio)
"Como pocos, Francisco Miró Quesada Rada ha contribuido a reforzar la democracia en el Perú. Varios de sus aportes, como el referéndum y la revocación de autoridades, fueron incorporados en la Constitución vigente". (Foto: Archivo El Comercio)
Juan Alvarez Vita

El nuevo libro de es una magnífica oportunidad para apreciar, en su conjunto, los artículos periodísticos que sobre el tema de la democracia publicó cuando desempeñaba las funciones de director del Diario El Comercio.

Su recopilación en un solo volumen es un permanente aporte a favor de la democracia en nuestro país. A la actual generación le servirá de ayuda memoria y las generaciones futuras lo tendrán como fuente primaria de primera mano y de fácil acceso, indispensable para entender el presente de nuestra vida política.

Los artículos periodísticos, escritos muchas veces por motivaciones coyunturales, al ser recopilados adquieren nuevas dimensiones, pues se facilita su relación con otras producciones semejantes redactadas en espacios temporales diferentes. Este libro, con el que Francisco Miró Quesada Rada celebra sus bodas de oro como periodista, cumple esa función. Estamos frente a una obra original en la que las partes se diferencian del todo sin descuidar la belleza que deriva de la armonía lograda al hilvanar los artículos con dominio de la prosa y del concepto.

Se trata de la obra de un humanista, de un hombre libre y noble, que se ha despojado de las ataduras que toda sociedad impone para transitar y emprender vuelo hacia las metas de la justicia, porque el ideal sublime de esta supone no encerrarse en una torre de marfil, ni sumirse en el aislamiento e indiferencia ante la realidad y los problemas del momento, ni enclaustrarse en las torres de castillos en el aire.

El autor no es un escritor solo de gabinete sino que ha recorrido varias veces todo el Perú y, cuando ha estado en el extranjero, nuestro país, en su compleja integridad, jamás ha estado lejos de él.

El lector deberá tener en cuenta que la palabra democracia contenida en el título está concebida por su autor en una dimensión multidisciplinaria que abarca no solo lo político sino también lo literario, histórico, sociológico, los derechos humanos, el medio ambiente seguido por un largo etcétera. Es el país y el mundo visto con los ojos de un peruano doctorado no solo por la universidad sino por la experiencia de vida. Es un valioso testimonio del transcurrir del Perú y del mundo entre los años 2008 y 2013.

Son tantos los variados temas que aborda en sus artículos que su selección merece un comentario aparte. Ello ha estado a cargo de un hombre culto como lo es el destacado notario peruano Aníbal Sierralta Ríos, quien supo agruparlos por temas sin afectar su continuidad y armonía.

El testimonio de Claudio Cano Paredes, a quien conocí cuando Miró Quesada Rada me invitó, muchos años atrás, a incorporarme en la filas del suplemento El Dominical que dirigía su padre, el filósofo y lógico matemático Francisco Miró Quesada Cantuarias, y posteriormente en la página de opinión, me ha hecho revivir muchos episodios compartidos en la justa lucha por imponer la veracidad, la democracia directa y las obligaciones que todos tenemos para promover y hacer respetar los derechos del pueblo cuando se pretende menoscabar su libertad.

Como pocos, Francisco Miró Quesada Rada ha contribuido a reforzar la democracia en el Perú. Varios de sus aportes, como el referéndum y la revocación de autoridades, fueron incorporados en la Constitución vigente. Convocó y lideró a profesionales de las canteras jurídicas, de la sociología, historia, diplomacia, politología y otros representantes de profesiones muy diversas a los que supo escuchar con sabiduría. El libro refleja su permanente diálogo con sus padres, su esposa y motor de su vida, la escultora Ana María Westphalen, y con su núcleo de amigos más cercanos a quienes el lector reconocerá a lo largo de esta obra.

El libro está escrito en un lenguaje claro y asequible a las grandes mayorías. Ello no significa que carezca de profundidad. Es un excelente ejemplo de periodismo de muy alta calidad que encumbra a esta noble profesión, siempre dentro del marco imprescindible de la objetividad y de la justicia, legando así un poco común ejemplo de periodismo ético, de dimensión universal, que llena de satisfacción a todos los que participamos de los mismos ideales.