“Hoy, la confrontación ha llevado a la politización del crecimiento, creando un falso dilema entre la creación de recursos y el progreso”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“Hoy, la confrontación ha llevado a la politización del crecimiento, creando un falso dilema entre la creación de recursos y el progreso”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza
Claudia Cooper

El COVID-19 golpeó a los países de América Latina cuando la región ya estaba sufriendo tensiones políticas debido a varios años de lento crecimiento y gran descontento popular, a consecuencia de la corrupción y de una serie de servicios públicos deficientes. Este descontento se manifestó, mayoritariamente, en la derrota de los partidos predominantes, en el ascenso al poder de ‘outsiders’ populistas en Brasil y México, y en una ola de grandes protestas el año pasado, especialmente en Ecuador, Chile y Bolivia.