Entre lágrimas, aplausos y abrazos, el 29 de marzo un grupo de padres y madres festejó en el Senado de Argentina la aprobación del uso medicinal de la marihuana en ese país. Mientras tanto, en Perú cientos de familias siguen esperando que el tratamiento que redujo las convulsiones de sus seres queridos deje de ser ilegal.
No obstante, desde que la policía allanó un laboratorio de San Miguel que elaboraba aceite de marihuana, en febrero pasado, los grupos que promueven el uso medicinal de esta planta han incrementado el número de pacientes.
'Buscando Esperanza', uno de los colectivos que utiliza y promueve el cannabis medicinal, pasó de agrupar 80 familias a tener 180. Dorothy Santiago, coordinadora de dicho grupo, explicó a El Comercio que este aumento se debe a la visibilización de casos en los que mejoró la calidad de vida de los pacientes por este producto.
Tras el cierre del laboratorio han tenido que recurrir a “cultivadores solidarios” para no dejar sin tratamiento a sus familiares. Sin embargo, temen que ellos también sean intervenidos por la policía. “Si nos quedamos sin medicina nuestros hijos volverán a convulsionar y a otros les volverá el dolor”, señaló.
Otro de los colectivos civiles con esta misión es Purple Joy. Su directora, Juana Olazabal, quien padece epilepsia refractaria, señala que también han aumentado sus miembros entre pacientes que padecen la enfermedad de Huntington, Parkinson, alzhéimer, necrosis, necrosis múltiple, parálisis cerebral, entre otras. “Existimos hace 5 años. Al principio era un grupo secreto de Facebook y actualmente superamos los 300 que utilizan cannabis”, contó a El Comercio.
De acuerdo al Círculo de Investigación en Cannabis actualmente las cifras podrían bordear los 1.000 pacientes en el país.
RECHAZAN PROYECTO DEL EJECUTIVO
En medio del debate público propiciado por el cierre del laboratorio de San Miguel, el 22 de febrero el presidente Pedro Pablo Kuczynski envió al Congreso un proyecto de ley para autorizar la importación, venta y consumo de productos provenientes del cannabis con fines medicinales.
Para 'Buscando Esperanza' esta propuesta restringe sus alternativas a solo un medicamento que, por su elevado precio, no podría ser adquirido por todos. “Pedimos que se permita el cultivo personal y colectivo. ¿Por qué entregarle ese poder a las farmacéuticas cuando nosotras podemos hacerlo?”, dijo Santiago.
Por ello proponen que el Estado regule los cultivos y tenga un registro de pacientes a fin de hacerles seguimiento. El 28 de febrero expusieron sus razones al Comité de Expertos que estableció el Ministerio de Salud para evaluar el uso medicinal del cannabis en el Perú.
Olazabal, por el contrario, sostiene que la importación sería un buen paso para acercar al Perú a otros países más avanzados en investigación sobre cannabis medicinal. No obstante, reconoce no todos tendrían la posibilidad de acceder a estos productos y coincide en que es necesario que se apruebe también el autocultivo.
Por su parte, la Coordinadora Cannacional, conformada por las diferentes agrupaciones de investigación y pacientes de cannabis medicinal en el país, también considera que de aprobarse este proyecto se estaría "restringiendo el acceso oportuno y equitativo a las personas que no están en la posibilidad de adquirir medicamentos importados, ya sea por los precios elevados que estos tienen o la capacidad de traerlos al país", según indicaron en un comunicado.
Las tres agrupaciones están de acuerdo en que el uso del cannabis medicinal sea regulado. "Los pacientes están dispuestos a trabajar con el Estado y ser fiscalizados", enfatizó Olazabal.
DATOS
Según una encuesta de Ipsos Perú, realizada entre el 10 y 12 de febrero, el 71% de participantes se mostró de acuerdo con discutir el tema de la legalización de la marihuana con fines medicinales. Además, el 65% consideró que se debe legalizar el cultivo, procesamiento y comercialización con fines medicinales para pacientes con determinadas enfermedades, bajo regulación del Estado.