“Pocos países podrán aspirar a lograr un fallo tan favorable”
“Pocos países podrán aspirar a lograr un fallo tan favorable”
Redacción EC

CECILIA ROSALES  
Enviada especial

Sus conocimientos diplomáticos son tan profundos como sus convicciones religiosas, por ello explica algunos alcances del fallo y, al mismo tiempo, .

— ¿La corte ha señalado que el Convenio de 1954 entre el Perú y Chile?
No. La corte, en primer lugar, lo que ha aclarado –que fue siempre la posición del Perú– es que la Declaración de Santiago de 1952 no fue un tratado de límites marítimos. En segundo lugar, en relación con el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954, ha determinado no que es un tratado de límites marítimos, sino que sus términos revelan la existencia de un acuerdo tácito entre los estados parte. Es decir, un acuerdo que no consta por escrito. Y es así que uno no puede encontrar en ningún texto de 1952 o 1954 que se estableció un límite marítimo, sino que el documento de 1954 tiene una redacción tal que hace pensar a la corte que los tres países participantes lo negociaron en el entendido de que ya tenían un acuerdo de límites marítimos.
 
— ¿Eso no contradice un acuerdo anterior de la corte en que señalaron que un acuerdo de límites debe ser expreso con coordenadas y realmente establecido por ambas partes?
En realidad, el mundo del derecho de los tratados y acuerdos internacionales es muy rico y los acuerdos tácitos existen. Lo que pasa es que nosotros no estamos muy habituados a tratar con este tipo de instrumentos, porque la Convención de Viena sobre el derecho de los tratados, que es una norma universalmente reconocida, se refiere concretamente a los tratados que constan por escrito. Entonces, hay una tendencia a asociar que el tratado forzosamente tiene que constar por escrito. Pero no es así. En el derecho, los tratados también pueden ser tácitos. Lo que pasa es que viene la dificultad de cómo tenemos certeza de que existe un acuerdo tácito. Eso es muy difícil y lo que la corte ha dicho en una sentencia es: los acuerdos sobre fronteras son de suma importancia y un acuerdo no puede ser ‘fácilmente’ inferido. No dice que es imposible inferirlo. Y dice en inglés “ evidence must be compelling ”. Eso quiere decir que para considerar que existe un acuerdo tácito la prueba debe ser contundente y la corte, consecuentemente con ese pensamiento, ha interpretado que el Convenio de 1954 y otros elementos son una evidencia contundente de que las partes entendían que había un acuerdo tácito.

— Y con base en eso respeta el paralelo hasta la milla 80, pero luego dice que este acuerdo no delimitaba la zona fronteriza hacia delante…
En realidad, la corte no vincula las 80 millas con el Convenio de 1954. Lo que vincula exclusivamente con el Convenio de 1954 es que las partes entendían que había un acuerdo sobre el límite en el paralelo. Lo que ha hecho la corte es un ejercicio que se ve es muy trabajado. La corte ha buscado en distintos organismos internacionales –en la FAO y otro tipo de evidencias– pruebas de que los estados partes en este proceso pescaban respetando de alguna manera una línea en el paralelo hasta la milla 80 a partir de la costa. Eso lo deduce, por ejemplo, a través de arresto de barcos, decomiso de pesca, y dice: “Esto ocurría hasta la milla 80”. Mas allá de eso, la corte no ha encontrado ninguna evidencia de que hubiera algún tipo de señalamiento del paralelo geográfico, y por eso desde la línea 80 en adelante no hay nada; por tanto, la corte entra a delimitar que ese era nuestro objetivo porque si la corte delimitaba entonces iba a ser forzosamente buscando la equidad a través de una línea equidistante.

— ¿Cuál es su balance?
Positivo. Creo que todos los peruanos podemos sentirnos muy orgullosos de a través de un medio de solución pacífico de controversias del más alto nivel en el plano internacional, como es la Corte Internacional de Justicia de La Haya. Hemos visto en pantalla el enorme porcentaje de mar que nos ha dado la corte en relación con lo que habíamos pedido, y eso marca un antes y un después en los derechos marítimos del Perú. Eso debe ser motivo de gran orgullo. Pocos países podrán aspirar a tener un fallo tan favorable. Nos ha reconocido la corte alrededor del 75% del espacio que habíamos planteado como reivindicación peruana, y eso es mucho mar. Hay una cosa que no se está destacando: que no solo nos ha dado la corte el reconocimiento de nuestros derechos en la columna de agua, sino también en la plataforma continental que es suelo y subsuelo. Entonces, tenemos un potencial enorme que explorar y, probablemente, más tarde exportar.
 
— ¿Y el triángulo externo? Está completo dentro de la nueva delimitación.
Ha sido importante también que la corte señale que la Constitución del Perú respeta la Convención del Mar. Lo que hemos dicho en nuestros alegatos es que el Perú aplica su normativa interna de conformidad con el derecho internacional contemporáneo. El derecho de mar que rige en este momento los océanos; por tanto, la corte ha tomado nota de que el Perú es un país que cumple la normativa internacional, y eso lo ha considerado de tal importancia que lo ha señalado.

— ¿Hay algo que tengan que hacer en conjunto el Perú y Chile en los próximos días?
La corte internacional de La Haya ha reconocido los derechos del Perú y ese reconocimiento no depende de ninguna acción posterior. Ahora, es cierto que la corte ha dado una tarea a los dos estados para que la lleven a cabo con espíritu de buena vecindad: fijar las coordenadas precisas de la línea. Esa es una tarea que se podrá hacer; sin embargo, no es un requisito sine qua non para que el Perú pueda ejercer sus derechos desde este momento.
 
— Pero si no están los puntos…
Las coordenadas lo que te van a dar son mediciones absolutamente precisas en el mar, pero eso no quiere decir que nosotros no sepamos cuánto espacio nos ha otorgado la corte. Cuando vemos el mapa, vemos una distancia interesante entre la línea del paralelo y la línea equidistante. Todo ese espacio ya se puede utilizar sin emplear una coordenada precisa. La coordenada será el detalle, pero la zona es muy amplia, por tanto en esa amplitud hay mucho espacio para comenzar a tomar posesión de lo que nos corresponde.
 
— Parece que sirvió que hiciera bendecir la demanda.
Yo creo que sí. La verdad, yo he sentido que Dios siempre ha estado con nosotros, porque finalmente qué es lo que pedíamos: pedíamos justicia. Y, si estábamos hablando de justicia, hay una justicia divina; apelar a eso no es algo raro.