MDN
Richard Hidalgo
Miguel Villegas

Todos tienen su propio Everest: un trabajo inalcanzable, esa empresa que aún no fundas, la familia para la que ya tienes cuadro, pero no foto. La propia montaña que te reta. Para el alpinista peruano Richard Hidalgo, el Everest sí era el Everest, ese monstruo de nieve en el Himalaya que él miraba con entusiasmo, con respeto, como la tarde del 26 de mayo del 2009 en que no pudo coronar su cima. Lo venció el viento -más de 150 km/h-, el frío -bajo cero-, pero sobre todo, su propio y solemne respeto. Cuando la montaña no quiere, no quiere. Retroceder no es perder, es volver a empezar.

Con esa idea se estaba preparando desde el 2014, 7 años antes de la celebración Bicentenario del Perú. 'Entrenando', digamos, como si fuera a subir la escalera al segundo piso: había escalado el Shishapangma (8,027m.), el Cho Oyu (8,201m.), el Manaslu (8163m.) el Annapurna (8,091m) y el Gasherbrum II (8,035m). No necesitaba morir para llegar al cielo, porque ya lo conocía. Esa es la pena más grande hoy.

En esta hora de homenajes, de amigos que le aparecen, de empresas que siempre creían en él, habría que decir que no, que así no era en realidad. No como palo, como lección: siempre eran los mismos quienes que lo recibían a cualquier hora, cuando tenía la maleta lista para ascender al techo del mundo. En el Perú existen 62 federaciones/asociaciones afiliadas al IPD pero, la verdad, el único gran deporte que se practica en el país es el deporte de aventura, una larga travesía donde se lucha solo, muchas veces, y en el que solo te empujan cuando, el día de la gloria, quieren salir en la foto.

Richard Hidalgo lo sabía y nunca se quejó. No lo hizo por esa paz superior que lo dominaba, después de subir en 2014 la primera de las 14 montañas más altas del mundo ubicadas entre Nepal, Tíbet, China, India y Pakistán -el proyecto del que más orgulloso se sentía-. Se necesita ser un hombre entregado, muy sui generis, para arriesgar la vida de esa forma y llevar como salvación para cualquier rescate su eterna mochila impermeable, y para abrigarse, la bandera del Perú. Luego de leer sus declaraciones, sus viejas entrevistas, los videos que hay en su sitio web, se entiende mejor cómo lo hacía, sobre todo quienes no nos subimos ni a una scooter: Richard Hidalgo confiaba en que sus piernas, a dónde lo llevaran, estaban haciendo lo correcto. Así, hoy murió.

Todos tienen su propio Everest. Solo hay que buscarlo e ir por él, el tiempo que dures.

Richard Hidalgo: el peruano que conocía el cielo y las 14 montañas que soñó escalar

-LAS 14 MONTAÑAS QUE SOÑABA ESCALAR-
SUPERADOS
Cho Oyu - 8.201m
Manaslu - 8.163m
Annapurna - 8.091m
Gasherbrum II - 8.035m
Shisha Pangma - 8.027m

Richard Hidalgo: el peruano que ya conocía el cielo y las 14 montañas que soñó escalar. FOTO: Web oficial Richard Hidalgo.
Richard Hidalgo: el peruano que ya conocía el cielo y las 14 montañas que soñó escalar. FOTO: Web oficial Richard Hidalgo.

NO SUPERADOS
Everest - 8.848m
K2 - 8.611m
Kanchenjunga - 8.586m
Lhotse - 8.516m
Makalu - 8.463m
Dhaulagiri - 8.167m
Nanga Parbat - 8.125m
Broad Peak - 8.047m

¿QUIÉN ERA RICHARD HIDALGO?
(Tomado de su página web oficial richardhidalgo.com)
Tiene realizadas 10 expediciones al Himalaya (2006 al 2015). Miembro de la primera expedición peruana en ascender una montaña de más de 8000 metros, primer peruano en subir una montaña en Pakistán, y único peruano que ha logrado hacer cumbre en cinco montañas de más de ocho mil metros sin oxígeno suplementario. El Shisha Pangma (8027m), el Cho Oyu (8201m), Manaslu (8163m), el Annapurna (8091m) y el Gasherbrum II (8035m) en el proyecto de escalar las 14 montañas más altas del mundo para el Perú y culminarlas el 2021, año del Bicentenario de la independencia del Perú.

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