Oncólogos británicos han recurrido a la astronomía para identificar las marcas borrosas y poco visibles de los tumores cancerígenos más agresivos, según un estudio publicado hoy en la revista médica British Journal of Cancer.
Para este estudio, científicos del Instituto de Cambridge para la Investigación del Cáncer a cargo de esta investigación consiguieron adaptar los sistemas informáticos desarrollados por los astrónomos para encontrar galaxias lejanas.
El astrónomo Nicholas Walton, de la Universidad de Cambridge, explicó que los programas informáticos utilizados sirven para el análisis de imágenes en aras de rastrear planetas que puedan albergar vida fuera del Sistema Solar.
Tras adaptar el software informático, los oncólogos emplearon la nueva técnica para medir los niveles de tres proteínas en muestras de cáncer de pecho de más de 2.000 pacientes.
La forma convencional de detectar los tumores agresivos pasa por teñir células manualmente de tal forma que se puedan divisar proteínas específicas.
Los investigadores británicos compararon la precisión obtenida entre el método tradicional y el importado de la astronomía, para el que contaron con la colaboración de los astrónomos de Cambridge.
Lo que descubrieron fue que el sistema automatizado era al menos tan preciso como el manual, pero mucho más rápido: Los resultados han sido incluso mejores de lo esperado, subrayó el científico que ha liderado la investigación, Raza Ali.
El nuevo sistema permite que podamos analizar hasta 4.000 imágenes al día y que se modernice el traslado de estos descubrimientos a la clínica, dijo otro científico, Carlos Caldas.
PLANES AMBICIOSOS Tras la publicación de los resultados de la investigación, el grupo de expertos planea otro estudio más grande y a escala internacional que implique a más de 20.000 enfermas de cáncer de pecho, afirmó Ali.
Esta improbable colaboración entre astrónomos y oncólogos es un ejemplo pionero de cómo el trabajo en equipo de científicos de diferentes disciplinas puede traer consigo nuevas soluciones para derrotar al cáncer, destacó otra científica del instituto, Julie Sharp.