La ciencia en la era de Trump [INTERACTIVO]

Lleva un poco más de una semana en el cargo de presidente de EE.UU., y Donald J. Trump ya ha tomado varias decisiones que serían un adelanto del tipo de relación que tendrá con la durante los próximos cuatro años.

Las principales acciones han sido dirigidas hacia la Agencia de Protección Ambiental (EPA), institución encargada de las políticas ambientales en un país tan contaminante como EE.UU. Primero, se designó jefe a Scott Pruitt, un conocido escéptico del cambio climático, y se indicó que todos los contratos y acuerdos quedaban cancelados hasta nuevo aviso. 

Luego, el gobierno ordenó que se suspenda la comunicación pública de sus informes y notas de prensa. Finalmente, se indicó que las investigaciones realizadas por la EPA, además de someterse a su revisión de pares (que es un requerimiento habitual), deberán ser revisadas por un panel político. El riesgo es que este tipo de medidas se extienda a todas las agencias federales relacionadas con la .

—La ciencia bajo ataque—

“La ciencia y el proceso empírico de analizar las cosas están bajo ataque. Pero no solo los consensos científicos sobre temas como el cambio climático o las vacunas están amenazados, sino la ciencia en general. Estamos viendo el rechazo no solo por una minoría de la población, sino por los más altos puestos del gobierno. Lo que se puede esperar es una serie de violaciones de la ciencia, la salud, el medio ambiente y la tecnología en EE.UU.”, indicó a El Comercio Aleszu Bajak, periodista científico basado en Boston y profesor de la Northeastern University.

El oncólogo y especialista en salud pública Elmer Huerta, afincado hace muchos años en EE.UU., sabe que el problema es muy serio, pero tiene una visión no tan pesimista. “La ciencia es fuerte y respetada por los ciudadanos y la clase política en EE.UU. Se vienen recortes de fondos y conflictos por llegar al público, pero no creo que pase nada sustantivo con la ciencia per se”, señala.

Pero quizás el mayor temor sea que Trump desconozca la investigación científica o, que incluso, la manipule. “Trump minimizó el impacto de las actividades humanas como causa principal del cambio climático. Durante la campaña, 375 científicos le enviaron una carta para advertirle que el cambio climático causado por los humanos no es una creencia, un engaño o una conspiración, sino una realidad física”, recalca a este Diario la periodista argentina Valeria Román, ex vicepresidenta de la Federación Mundial de Periodistas Científicos (WFSJ).

—Futuro complejo—

Esta situación ha hecho que muchos científicos se pongan en alerta y empiecen a organizar manifestaciones en contra de las recientes “normas mordaza”, como las han calificado. Siendo EE.UU. uno de los principales líderes en ciencia, tecnología e innovación, ¿cómo afectará al estado de la ciencia en el resto del mundo?

“Es una oportunidad genial para que otros gobiernos inviertan en ciencia y tecnología, y se conviertan en baluartes de la producción científica seria y accesible para todos”, opina el neonatólogo peruano  y profesor asistente de Pediatría de la Universidad de Kentucky Enrique Gómez.

De la misma opinión es la argentina Román, aunque considera que esta situación puede entrañar un riesgo más grave. “Podría darse el caso de que gobernantes de otros países que no han alcanzado un importante desarrollo científico empiecen a dar validez a creencias negacionistas para decidir sobre cuestiones de la salud de la gente y del planeta”.

La reacción inmediata por parte de los científicos de las agencias federales ha sido usar las redes sociales para crear cuentas alternativas y seguir difundiendo sus investigaciones. Pero ese bastión no sería el más eficiente.

“Llevar esta lucha al ciberespacio es de utilidad limitada. He hablado con algunos científicos y temen involucrarse por la posibilidad de perder sus trabajos. Que existan esas cuentas de redes sociales alternativas es evidencia de un movimiento de resistencia. Pero habrá que ver cuántos que trabajan en el gobierno irán a las marchas en Washington”, sentencia Bajaj. Sin duda se vienen años difíciles para la ciencia en EE.UU.

Temas sensibles

“Es un cuento chino”. En diversas oportunidades, el presidente Donald Trump ha señalado públicamente que considera que el cambio climático es un “engaño” creado por los chinos para frenar el desarrollo industrial de Estados Unidos.

Nuevos espacios. Para el doctor Elmer Huerta, esta situación favorecerá la aparición de medios con independencia política donde se realizarán debates sobre temas científicos más sensibles.

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