Claves para entender la psoriasis: una enfermedad incomprendida

Caracterizada por la sobreproducción de células en la piel, la psoriasis es un trastorno crónico inflamatorio que afecta ya a más de 150 millones de pacientes, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), y a pesar de no ser contagiosa genera un fuerte estigma social por lo poco que se conoce de ella.

¿Qué es la Psoriasis?

Sus síntomas visibles son placas rojas en la piel y uñas, que tienden a desarrollar escozor, agrietarse y generar dolor. Las lesiones aparecen por un trastorno del sistema autoinmune que lleva a la piel a reproducirse cada tres o seis días, en lugar de cada 28 días como ocurre en las personas sanas. En las personas con psoriasis, este proceso no funciona correctamente por lo que el número de células aumenta y provoca la acumulación de células muertas sobre la piel, lo que da lugar a una lesión escamosa.

La dolencia puede estar asociada a otras enfermedades. Por ejemplo, se estima que el 30% de pacientes desarrollarán artritis psoriásica y que existe mayor riesgo a desarrollar enfermedades cardiovasculares y otras enfermedades no transmisibles.

¿Cómo se adquiere la enfermedad?

Las razones exactas aún están en evaluación, pero los investigadores creen que la psoriasis puede producirse debido a una combinación de factores genéticos y ambientales. Alguien con psoriasis puede haber heredado la tendencia a padecer enfermedades autoinmunes o inflamatorias, de hecho, un niño cuyos padres tengan psoriasis tiene una probabilidad de 1 a 4 de tener psoriasis, pero la enfermedad normalmente se desarrolla si existe un factor desencadenante, como infecciones, ciertos medicamentos, lesiones o estrés según algunos especialistas.

“Pese a que se cree que podría tratarse de una enfermedad autoinmune, aún no se ha definido un autoantígeno responsable de la psoriasis”, asegura la OMS.

Conocer la enfermedad para acabar con el estigma social

Los efectos psicológicos provocados por el miedo al rechazo generan además una gran pérdida de autoestima. “Un día me alisté para ir con mi familia a la piscina de un club del que era socio. Ingresé con mis hijos y sin darme cuenta cayeron algunas escamas de mi piel en la piscina. Minutos más tarde, personal de seguridad me pidió retirarme debido a la queja de otros socios por temor a contaminar el agua. Fue una de las experiencias más difíciles que he vivido”, comenta Guillermo Gutiérrez, fundador de la Alianza Latinoamericana de Psoriasis (ALAPSO) durante su participación en el Seminario de Inmunología organizado por Janssen, compañía farmacéutica de Johnson & Johnson, en Pensilvania.

Frente al desarrollo de todos estos síntomas, es importante destacar que se trata de una enfermedad no transmisible cuya causa exacta aún está en investigación. “La carga emocional generada por la estigmatización y discriminación ante la falsa creencia de contagio es algo que debe ser cambiado”, indicó Gutierrez.

Tratamiento

La psoriasis es una enfermedad que no tiene cura, pero existen tratamientos que permiten disminuir los síntomas y contribuir a evitar infecciones sobre agregadas. La elección depende del grado de severidad de la enfermedad y de cómo afecte la calidad de vida de cada paciente, por ello es fundamental ser evaluado por un profesional de la salud ante la presencia de síntomas.

Actualmente existen tratamientos tópicos, sistémicos, fototerápicos y biológicos. Éstos pueden emplearse solos o combinados, administrarse en formas alternadas o secuencialmente. Se puede elegir la opción de iniciar un tratamiento con un fármaco sistémico o biológico y mantener el control con fototerapia y/o tratamientos tópicos.

Sin embargo, es importante tener cuidado con los tratamientos auto administrados.

“Todo el mundo tiene la receta cuando ve a un paciente con psoriasis. A mí me sucedió varias veces, porque cuando se tiene esta enfermedad quieres curarte, pero luego con la experiencia entendí que con lo que dice la gente en la calle uno no se cura”, advierte Gutierrez.

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