Elmer Huerta

Marzo es el mes de alerta contra el , al que se le prefiere llamar cáncer colorrectal (CCR). Este tipo de cáncer es uno de los pocos que se pueden prevenir y detectar de forma temprana. Hoy veremos recientes estadísticas que indican que este cáncer se está convirtiendo en una enfermedad de gente más joven.

El intestino grueso es la última parte del aparato digestivo, que empieza en la boca, continúa con el esófago, estómago e intestino delgado. El intestino grueso –también llamado colon– mide un metro y medio en promedio, y está dividido en ciego, colon ascendente, colon transverso, colon descendente, colon sigmoides, recto y ano.

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El colon es el órgano encargado de formar y almacenar las heces y contiene miles de millones de bacterias, distribuidas en diferentes poblaciones conocidas en conjunto como la microbiota intestinal, cuya relación con la ha sido bien establecida. La microbiota cumple una importante función en el metabolismo de nutrientes y xenobióticos. incluyen sustancias químicas extrañas al organismo, tales como medicamentos, pesticidas, cosméticos, saborizantes, fragancias, aditivos alimentarios, productos químicos industriales y contaminantes ambientales.

Además de esas funciones metabólicas, la microbiota es responsable de la integridad estructural de la mucosa intestinal, de la inmunomodulación (modo de reaccionar del sistema de defensa) y de la protección contra diversos microorganismos.

El cáncer de colon –que ocurre casi con igual frecuencia en hombres y mujeres– constituye el tercer cáncer más diagnosticado y la tercera causa de muerte por cáncer en hombres y mujeres en . , es el quinto más frecuente. Cada año se diagnostican 4.636 casos y mueren unas 2.000 personas. Al igual que en muchos países del mundo, este tipo de cáncer está en aumento en el Perú.

La localización del cáncer puede ser en cualquiera de los segmentos antes descritos y el concepto fundamental –como mensaje de prevención– es que, durante meses o años después de haber empezado, el cáncer colorrectal es silencioso y traicionero, es decir, no da ningún tipo de síntomas. Las arcaicas recomendaciones de que un cambio en el hábito evacuatorio, un sangrado rectal o un dolor abdominal podían indicar el comienzo del cáncer no tienen sentido. Cuando el cáncer da síntomas, ya está avanzado.

“Se desconocen las causas por las que este tipo de cáncer está aumentando en gente joven, aunque se sospecha que la obesidad y la vida sedentaria cumplen un papel importante”.


Grupos afectados

Tradicionalmente, el cáncer de colon fue considerado una enfermedad de gente mayor, debido a que aproximadamente el 95% de los casos ocurría después de los 50 años, la gran mayoría en mayores de 65 años.

Pero algo ha ido cambiando en la sociedad en los últimos 20 a 30 años. En el de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, difundido la semana pasada, se documenta que el 13% de casos de cáncer ocurre antes de los 50 años, 32% entre 50 y 64 años, y 56% después de los 65 años.

Ese cambio en las estadísticas motivó que el grupo de trabajo de servicios preventivos de Estados Unidos cambiara, en mayo del 2021, la edad de inicio de exámenes preventivos para cáncer de colon de .

Un publicado en la “Revista de gastroenterología del Perú” del 2017 encontró que el 16,9% de casos de cáncer colorrectal entre el 2006 y el 2014 ocurrió antes de los 50 años. De los 1.261 casos en ese grupo de edad, 640 fueron mujeres y 621 varones.

peruano publicado en la misma revista en el 2016 reveló que, de los 2.517 pacientes con cáncer colorrectal diagnosticados en el INEN entre enero del 2005 y diciembre del 2010, 255 (10,1%) tuvieron menos de 40 años. El 13,2% tuvo historia familiar de CCR y los síntomas más frecuentes fueron dolor (67,9%) y sangrado (67,3%), datos que coinciden con el hecho de que el 63,1% de los casos de cáncer de colon y el 34,4% de los casos de cáncer de recto se encontraron en los estados más avanzados. Solo el 44,3% de los casos llegó a vivir cinco años o más.

Se desconocen las causas por las que este tipo de cáncer está aumentando en gente joven, aunque se sospecha que la obesidad –relacionada al mayor consumo de alimentos procesados y ultraprocesados–y la vida sedentaria en los jóvenes cumplen un importante papel.

Debido a esa estrecha relación con la obesidad, el doctor Arif Kamal, funcionario de la Sociedad Estadounidense del Cáncer, que “a medida que las tasas de obesidad continúen aumentando en Estados Unidos, tenemos que identificar el cáncer colorrectal como un cáncer relacionado con la obesidad de la misma manera que lo hicimos cuando empezamos a pensar que el cáncer de pulmón era un cáncer relacionado con el tabaquismo”. “Eso ayudará a que la gente entienda que una cosa lleva a la otra”.

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El cáncer colorrectal es uno de los más silenciosos y traicioneros de todos los tipos de cáncer. La prevención debe empezar en la niñez, alentándose una alimentación saludable y mayor actividad física en niños y adolescentes.

A los 45 años, las personas deben iniciar sus pruebas de detección precoz, la que incluye un examen anual de sangre oculta en el excremento con el método FIT (fecal immunochemical test). Se debe , que fue descontinuado por el Colegio Estadounidense de Gastroenterología en el 2008.

El otro método recomendado es la colonoscopía, que puede hacerse cada diez años. Este procedimiento tiene la ventaja de extraer los pólipos que pueden estar creciendo en el colon, con lo que la enfermedad puede prevenirse.

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