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Perdidos en el espacio
Redacción EC

"Perdidos en el espacio" es una de las series más queridas de la historia de la televisión, por lo que la decisión de de traer nuevamente a la vida aquel recordado universo ficticio ha generado la curiosidad de un gran sector del público.

La serie en cuestión llega este viernes 13 de abril y constará de 10 episodios, los cuales han sido escritos por Matt Sazama y Burk Sharpless, quienes estuvieron a cargo del guion en la reciente versión cinematográfica de "Power Rangers" (2017) y "Dioses de Egipto" (2016).

Como se recuerda, la serie original fue creada por Irwin Allen y se emitió entre 1965 y 1968, dividiéndose en tres temporadas.
Al igual que su predecesora, la producción de Netflix aborda la historia de la familia Robinson, que se ve obligada a subsistir en un planeta desconocido luego de sufrir un accidente durante una misión espacial.

Pese a que la premisa es prácticamente la misma, la versión actual de "Perdidos en el espacio" presenta diferencias de diverso grado. Las hay a nivel técnico como, por ejemplo, el hecho de que el accidente sufrido por los Robinson ya no es causado por meteoritos, sino por una grieta en el tiempo y espacio.

No obstante, las modificaciones más arriesgadas por parte de Netflix probablemente sean las relacionados a los roles de género. Por ejemplo, el doctor Zachary Smith, que fue interpretado originalmente por Jonathan Harris, es reemplazado por una versión femenina del mismo apellido encarnada por Parker Posey.

La nueva serie también asigna algunas características distintas a Maureen Robinson (June Lockhart) y sus hijas, Judy (Taylor Russell) y Penny (Mina Sundwall).

En los 60, Maureen era una bioquímica que básicamente se dedicaba a hacer las veces de ama de casa, al igual que sus hijas, quienes no tenían mayor relevancia técnica. Si bien la madre de los Robinson mantiene su rol científico como ingeniera aeroespacial en la visión de Netflix, Judy y Penny son ahora, respectivamente, la doctora y la experta en telecomunicaciones de la misión.

Más allá de lo citado, queda por ver de qué manera la versión de Netflix hace encajar las nuevas piezas. A fin de cuentas, reimaginar un clásico con éxito suele ser un labor complicada, pero será el público quien tendrá la última palabra.

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