La Nación/ GDA

tiene fama de ser muy cara, especialmente la hotelería. Por esta razón muchos viajeros con bolsillos devaluados deciden saltear el destino. Sin embargo, no hay que renunciar a su visita. Existe todo tipo de alternativas para alojarse. Y no hay lugar más sencillo de disfrutar sin gastar un duro, como se dice en España. Barcelona es pequeña, tiene un clima benévolo todo el año lo que permite recorrer sus circuitos a pie o en bicicleta. Además, dispone de una red de metro impecable que funciona hasta la medianoche. Varios de sus museos tienen entradas accesibles y otros abren sus puertas de manera gratuita una vez a la semana o al mes. Hay playas, parques y montañas para pasear al aire libre, a toda hora.

-Transporte-

La red de metro de Barcelona permite ahorrarse un buen dinero desde que se llega al aeropuerto. La línea 9 Sud conecta, cada 7 minutos, la nueva terminal 1 (arribos internacionales) y la 2 con la ciudad en un viaje cómodo, sin necesidad de cargar valijas por escaleras. La mayor parte de las estaciones de metro tienen ascensor y por lo tanto, son inclusivas. El viaje se adquiere en las máquinas expendedoras del metro, bajo el nombre de T-Aeroport. El billete de ida cuesta 4,60 euros. En 31 minutos se llega a la estación Zona Universitaria, que conecta con la L3 (verde) que lleva hasta Plaza Cataluña o la estación Sants, una de las principales estaciones de ferrocarriles.

Otra opción económica para este tipo de traslados es el Aerobús, el servicio de shuttle oficial que une Barcelona y el Aeropuerto cada 5 minutos, con un tiempo de traslado de unos 35 minutos. Tiene paradas en Plaza Cataluña, Sepúlveda-Urgell, Plaza España, Gran Vía-Urgell y Plaza Universitat. El billete de ida cuesta 5,90; la ida y vuelta, 10.20.

El metro es la mejor alternativa para trasladarse por la ciudad, incluso desde el aeropuerto, por pocos euros Crédito: Shutterstock
El metro es la mejor alternativa para trasladarse por la ciudad, incluso desde el aeropuerto, por pocos euros Crédito: Shutterstock

El metro es el medio de transporte por excelencia para gastar poco en movilidad, siempre y cuando se compre la tarjeta T-10m, de 10 viajes que cuesta 10,20 ?. Hay que evitar comprar el billete sencillo porque cuesta casi el doble por viaje, 2,20 ?. Por otra parte, es posible conectar metro, autobuses y tranvías con el mismo billete sin pagar nuevo pasaje dentro de la 1h 15m del primer tramo del viaje. Los horarios del metro: los días de semana funciona hasta la medianoche. Pasada esa hora habrá que tomar taxi o bien, esperar el bus nocturno, con mucha paciencia y ganas de caminar. Poco aconsejable por su baja frecuencia. El metro funciona de 5 a 2, los viernes y festivos. Y sábado no duerme. No para hasta el domingo a las 24. Es seguro. Hay que aprovecharlo.

-Gastronomía-

Ya se sabe que comer en un restaurante es un lujo. En Barcelona se gasta por cubierto no menos de 15 euros, sin vino, ni postre.

Un consejo para ahorrar. Preguntar dónde estamos alojados a dónde van a comer los oficinistas de la zona (mileuristas que deben hacer rendir sus ingresos en un ciudad que funciona día y noche para el turismo). Cuando no llevan su tuppers, suelen comprar comida de estilo casero para llevar. Un ejemplo es La Cassola (carrer Almiral Cervera, 16) que le soluciona la vida a muchos en La Barceloneta, con menús de 3 (un solo plato) a 6,50 euros (dos platos, con postre, pan y agua). Se sirven croquetas, arroces, el famoso fideuá (fideos cortos con frutos de mar), paellas, pescados, etc. La comida elaborada por la comunidad china también es low cost y no necesariamente china.

Sorprenderá la cantidad de negocios de tapas tradicionales españoles que tienen a su cargo, con mesas en la calle, en todos los barrios de Barcelona, a precios razonables. También son especialistas en sushi. Por no hablar de sus grandes tiendas de decoración, ropa vivero y ferreterías (todo junto) que se multiplican en todos los barrios. Barcelona es el reino de los precios bajos en cuanto a comida y ropa. Sólo hay que preguntar. Más opciones: locales de comida rápida que cobran 10 euros el menú.

El Mercado de la Boquería, para probar algo mientras se recorren los puestos. Crédito: Shutterstock
El Mercado de la Boquería, para probar algo mientras se recorren los puestos. Crédito: Shutterstock

Apps. Otro remedio para los bolsillos devaluados son las apps. Están las clásicas como El para obtener importantes descuentos en restaurantes. U otras que son toda una novedad, que combaten el desperdicio de comidas. Diferentes rubros venden packs sorpresa por aproximadamente 4 euros de comidas no vendidas durante el último turno de comida. Utilizando la geolocalización del celular, las apps nos muestran los locales cercanos que ofrecen el servicio.

Siempre hay que pagar mediante la app y la comida se recoge en el establecimiento en el horario que nos digan. Aplicaciones para descargarse: Too good to go, weSaveit y Tapper.

-Visitas, excursiones-

Al tratarse de un destino que recibe 8 millones de turistas al año, hay que planificar las visitas y reservar con tiempo. Una de las grandes atracciones del arquitecto más famoso de Barcelona, Antonio Gaudí, es la Casa Batlló, sobre el Passeig de Gràcia. Su entrada de 25 euros, es tan cara que ni los barceloneses se lo permiten (aunque deberían). Lo mismo ocurre con la entrada a La Sagrada Familia con audioguía. También cuesta 25 euros. Todo depende del motivo que lleve a Barcelona. Habrá que decidir qué visita hacer y cuál conformarse con ver por fuera, que no está mal.

Si se quiere adentrar en el mundo de Gaudí con entradas un tanto más accesibles habrá que visitar el Parc Güell 10 euros, entrada general con bus Güell incluido) y la menos conocida de sus obras, la Casa Vicens, su primera joya modernista, situada en el barrio de Gracia (Carrer de les Carolines, 20-26), declarada Patrimonio Mundial por la Unesco. La entrada cuesta 15 euros. Por el precio de una de las visitas anteriores, pueden verse dos magníficas obras.

Si Barcelona es sinónimo de Gaudí, también lo es de Lluis Domènech i Montaner, otro gran arquitecto del modernismo. La visita libre al Hospital Sant Pau cuesta 15 euros y la audioguía 4 euros. Otra de sus maavillas arquitectónicas es el Palau de la Música. Hay visitas libres por 15 euros.

Una de las grandes atracciones del arquitecto más famoso de Barcelona, Antonio Gaudí, es la Casa Batlló. (Foto: Shutterstock)
Una de las grandes atracciones del arquitecto más famoso de Barcelona, Antonio Gaudí, es la Casa Batlló. (Foto: Shutterstock)

Para tener en cuenta: hay museos que abren gratis una vez al mes, o la semana. Uno de ellos es el Museo Picasso. Los jueves por la tarde, de 18 a 21.30 (con reservas) y el primer domingo de cada mes, de 9 a 20.30. Si se visitan las páginas oficiales de los museos podrá verse qué día de la semana no cobran entrada. Por ejemplo, los sábados por la tarde, tanto el Museo Nacional de Arte de Cataluña como el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona.

También hay museos que hay que ver y cuestan poco, como el Caixaforum, dedicado al arte, siempre ofrece destacadas exposiciones (5) y el CosmoCaixa, museo de ciencia, uno de los grandes tesoros de Barcelona que se destaca por su puesta y tecnología (5). Tiene un planetario con proyección en 3D (5).

-Alojamiento-

La hotelería en Barcelona es particularmente cara. Por eso abundan los hostels para jóvenes que no tienen inconveniente en reservar un lugar en un cuarto mixto con hasta 16 camas. Bed and Bike ofrece 5 noches por 147 euros. Barato ¿verdad? Si compartir cuarto con tanta gente es un suplicio, hay otras maneras de ahorrar, compartiendo solo el baño. El hostal El Ninot es un ejemplo. En el elegante barrio del Eixample ofrece instalaciones modernas, pisos de madera, y buen mobiliario, por 72 euros, la noche. Con esa condición, baño compartido.

Lo mínimo que se podrá gastar por noche de alojamiento en Barcelona será 100 euros, en un hostal donde den ganas de quedarse y sentirse a gusto. Ciutat Vella, que es la parte antigua del Barcelona (La Barceloneta, el Barrio Gótico, El Raval y Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera), tiene una amplia oferta de hostales económicos, pero muchos dejan bastante que desear. Sin embargo, hay excepciones a la regla. Están muy bien el Hostal Fernando y el hostal Benidorm.

Fuera del circuito que concentra el turismo hay hostales que están muy bien en cuanto a la relación de calidad y precio. ¡Y con baño privado! En Sants-Montjuic, el hostal Abrevadero, ofrece la noche, en habitación doble, por 106 euros. En Horta-Guinardó, cerca del Hospital Sant Pau, el Hostal Sant Pau ofrece cuartos bien equipados por 82 euros, la noche. En el barrio de Gracia, el minimalista DingDong Express tiene habitaciones por 100 euros. Por un poco más, 115 euros, muchos eligen el Motel One, de El Born, a pasos del parque de la Ciutadella. Un lugar con una ambientación especial, bar abierto las 24 horas y terraza para desayunar.

Si se quiere adentrar en el mundo de Gaudí con entradas un tanto más accesibles habrá que visitar el Parc Güell 10 euros. (Foto: Shutterstock)
Si se quiere adentrar en el mundo de Gaudí con entradas un tanto más accesibles habrá que visitar el Parc Güell 10 euros. (Foto: Shutterstock)

Los tours gratuitos por Barcelona le dan un respiro a la billetera. No es que no se paguen. Son a la gorra. Es recomendable reservar un tour por el centro histórico de la ciudad, que se remonta a los tiempos del Imperio Romano. Freetours, Sandemans New Europe, Strawberrytours y más.

Más paseos low cost. El Teleférico de Montjuïc, que une la estación del Funicular y la cima de la montaña Montjuïc en un recorrido de 750 metros (12,70 ida y vuelta). En la cima hay un castillo que data del 1640 (no está incluida la entrada de 5) y también un bar, La Caseta del Migdia, para sentarse a disfrutar de las vistas de la ciudad, y en especial, de la llegada de los cruceros a su incansable puerto.

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