Cada 12 años, cuando la Tierra, el Sol y Júpiter se alínean, se celebra en la India la mayor peregrinación religiosa del mundo, que agrupa a 100 millones de personas en Sangam, en la confluencia de los ríos Ganges, Yamuna y Saraswati. Este año el evento fue documentado por National Geographic y dirigido por el periodista y corresponsal de guerra Diego Buñuel, nieto del famoso cineasta español Luis Buñuel. El cineasta nos ha narrado en una entrevista su experiencia durante 50 días en este festival que se celebra en la India en febrero.

Diego Buñuel nos señala que los primeros retos que tuvieron que afrontar para grabar el documental estuvieron relacionados con la técnica y la logística. Describe que tuvieron que trabajar con dos equipos de cámara y como había mucha gente tuvieron que usar otro modo de comunicación que no fuera solo con celulares. La logística, asegura el director, es algo impresionante durante el festival, ya que se tuvo que elaborar una gran infraestructura para alojar por un mes a 100 millones de personas que venían de un momento a otro, lo cual es la misma cantidad de población que tiene la ciudad de Tokio.

“Esta porción del río Ganges en esta época tiene un caudal muy bajo y se tuvieron que instalar 500 km de carretera y 600 km de líneas eléctricas. Además se construyeron 14 hospitales, una megaciudad temporal”, señala Buñuel.

Pero lo que más impacta y sorprende en el Kumbh Mela es el atractivo espiritual del evento que congrega a distintas agrupaciones del hinduismo. Buñuel para vivir de cerca la peregrinación participó en una de las religiones más antiguas del mundo. “Estos monjes dejan todo lo material e incluso se separan de su familia. En un modo muy extremo, practican la nueva conducta del mundo que es consumir lo menos posible”.

“Para lograr un diálogo fraterno con la gente que participa se usan la sonrisa y la humildad. La sonrisa es algo difícil de rechazar y es parte de la comunicación humana que hacen las cosas y esa es la mejor manera de entrar no solo en la Kumbh Mela, sino también con los guerrilleros en Afganistán y con los rebeldes en el Congo. Mi abuelo utilizaba el humor y el surrealismo y yo uso también el humor, pero con el realismo”, señala Buñuel.

REUNIÓN ESPIRITUAL Este evento es una de las pocas oportunidades, donde es posible ver a monjes ascetas como los naga sadhus y es un momento singular en la vida de los religiosos hinduistas que salen de sus monasterios y lugares de meditación y participan con el resto de seres humanos.

Estos personajes meditan y hacen yoga durante el Kumbh Mela y son famosos por sus actos de adoración extrema.

“Hay seres sorprendentes que cargan 17 kilos de piedras con su pene y jalan autos. Lo que tratan de demostrar es que el cuerpo ya está muerto y que el hombre es espíritu. El dolor que soporta el cuerpo no tiene importancia para su mente. Hay un hombre que se quedó con el brazo derecho arriba y el puño cerrado por 44 años y otro que vive de pie desde los 12. Otros se entierran durante días para demostrar devoción, sacrificio y autodisciplina”. “Ello se practica en el hatha yoga que es una práctica espiritual extrema de hacer daño al cuerpo para liberar la mente”, finaliza Buñuel.

BAÑOS DE PURIFICACIÓN El nombre de este festival es Kumb Mela, Kumb significa recipiente y Mela es fiesta, lo que se traduce como la gran fiesta del recipiente. El 10 de febrero es el día propicio para bañarse en esta parte del Ganges debido a la alineación planetaria.

En un lapso de diez horas se bañan alrededor de 30 millones de personas. Hay una organización grande en torno a esto y hay 25.000 policías vigilando.

Si bien el evento más grande se da en febrero del 2013 y ocurre cada 12 años, se practica todos los años en agrupaciones pequeñas.

Lo importante es que se puede llegar al lugar de la confluencia de los ríos unos días antes para visitar y dormir en campamentos y carpas.

“La gente llega por fines religiosos y los lugareños son gente muy abierta y amable y reciben muy bien al visitante”, concluye Buñuel.

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