LUIS PILARES
Más de 300 comparsas de instituciones públicas y privadas inundaron la Plaza de Armas y calles aledañas de Huamanga en una alegre edición del Carnaval de Ayacucho. Tres días de atrevidos cantos y ardorosas insinuaciones culminaron el miércoles, cuando dictaron sentencia al Ño Carnavalón.
El alcalde de Huamanga, Amilcar Huancahuari, quien encabezó la comparsa del municipio, fue quien dio inicio a la celebración de una de las fiestas más vistosas y coloridas del Perú. El paso de las instituciones públicas y privadas en las calles y plazas resaltó gracias al coqueteo y los cantos de los participantes. Los varones lanzaban insinuantes sátiras y encontraban respuesta en la picardía de sus compañeras de baile, quienes talco en mano arrojaban sobre el publico su níveo perfume.
Más de diez mil turistas entre nacionales y extranjeros se dieron cita en Ayacucho para celebrar el carnaval. Delegaciones del departamento de Puno con sus tradicionales trajes, la policía nacional con una impecable coreografía y hasta ‘drag queens’ desfilaron por la plaza de la ciudad, arrancando el aplauso del público. Este tuvo que soportar fuertes lluvias y un inclemente sol, pero aquello no impidió que se contagiaran del espíritu festivo tan típico de las fiestas del interior del país.
PÍCARAS SOLTERAS La comparsa más aplaudida y esperada por el público fue la de Las malcriadas de 2 de mayo. Chicas del barrio del mismo nombre salen a las calles alborotando transeúntes y visitantes con su pícara coreografía.
“Aquí todas somos solteras y nos hemos ganado el cariño y simpatía del público, porque lucimos de manera alegre nuestros encantos”, refiere con mordaz ironía Lupe Gutiérrez, coreógrafa y bailarina de este singular comparsa.
MÁS TURISTAS, MÁS INGRESOS Maryober Yupari, presidente de la Cámara Regional de Turismo de Ayacucho, indicó que el visible incremente de visitantes que llegaron a esta pintoresca fiesta se debe al esfuerzo de la Municipalidad provincial de Huamanga, Caretur, y la oficina de información turística iPerú, los cuales promovieron tarifas promocionales en las principales operadoras de transporte aéreo y terrestre.
“Nuestra capacidad hotelera ha crecido en más de 30% con respecto al año anterior”, indicó Dennis Cancino, administrador del hotel Plaza de Huamanga, que este año fue ocupado en casi un 80%.
Los más de diez mil visitantes se congregaron en esta ciudad aprovechando el feriado largo promulgado por el gobierno. Los beneficios económicos que trae el turismo a esta tierra son recibidos mayoritariamente por la población local, que es la que produce y promueve esta tradición. El sector de mayor crecimiento es la artesanía y la gastronomía. Esta última brilló durante el carnaval y sus grandes protagonistas fueron la tradicional puca picante, el puchero campestre y la chicha de siete semillas y la de jora.
“Para el próximo año rescataremos platos como los tectes huamanguinos y los caldos de perdiz o charki”, promete Biviana Challapa, presidenta de la asociación gastronómica Tullpamanta Miski Mijuy.
El carnaval culminó con un juicio público al Ño Carnavalón. Luego de que se nombraran a sus herederos, este, quien en otras ocasiones hace alegoría a algún personaje público, se sometió a la justicia impartida por el filo del verdugo.