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Hace cuatro meses se mudó a México para replantear su carrera como diseñadora de joyas y modelo. Por estos días está en Lima y aprovechó para darnos una entrevista.

¿Por qué dejar todo en tu país, el Perú, para empezar desde cero en otra parte?
Todo estaba muy cómodo en mi vida y las cosas no me motivaban como antes. Quería experimentar con mi marca de joyas, pero no lo hacía, porque tenía una clientela fija. Además, me resultaba fácil conseguir trabajo de modelo, porque empecé a los 15 años y era conocida. Al mismo tiempo, sentía la inquietud de conocer el mundo y vivir en otros países. Cuando fui de vacaciones a México, por curiosidad visité un par de agencias de modelos y encontré respuestas positivas. También fui a una tienda donde se interesaron por mis diseños de joyas. Entonces, comencé a pensar que debía probar suerte allí. Hay momentos en la vida en los que debes abandonar tu zona de confort para retarte y crecer.

¿Cuál crees que fue el impulso final para empacar las maletas e irte a vivir a México?
Lo que más pesó fue que allí vive mi tío Aldo Chaparro, él es un artista que tiene un taller en Ciudad de México. Ese lugar se ha convertido en la mejor escuela, porque comparto con otros artistas y experimento con diversos materiales. También influyó el hecho de que México es un mercado para la moda mucho más grande que el Perú y una puerta hacia Estados Unidos o Europa.

Parece que todo se fue alineando para llevarte a este momento. ¿Crees en las señales que te animan a hacer un cambio o tomar una decisión crucial?
Hubo algunas señales concretas como el hecho de que mi roomate tuviera que viajar y dejar el departamento que compartíamos en Lima o que consiguiera mi primer trabajo en México, gracias a que una amiga me etiquetó en Facebook para un casting de modelos. Me gusta pensar que las señales que se perciben a la hora de tomar una decisión importante son, en realidad, la confirmación de que eres capaz de hacer las cosas que te propones en cualquier lugar o momento y que solo es cuestión de que te decidas. Siempre tuve en mente hacer modelaje fuera del país; pero cuando lo consideré seriamente, empecé a tener pensamientos de autoboicot: “de repente no consigo trabajo” o “ya se me pasó la edad para hacer una carrera de modelo afuera”. Cuando vi el interés de las agencias, entendí que uno mismo genera esos pensamientos limitantes. Solemos hacernos historias en la cabeza para mantener la seguridad de nuestra rutina y perdemos la oportunidad de seguir aprendiendo y avanzando.

¿Tu estancia en México es definitiva o planeas volver en algún momento?
Me he dado un plazo mínimo de un año. Cuando me fui llevé poca ropa, por si no me acostumbraba. Ahora he regresado por unos días para regularizar la visa de trabajo y me estoy llevando todas mis cosas. Me siento segura de mi decisión, no solo porque tengo una agencia que me representa como modelo o porque mis joyas se venden en Naked Boutique, una tienda de ropa y joyería de diseño, sino porque siento que el cambio está influyendo en mi propuesta como diseñadora. Eso era lo que yo esperaba. Estoy preparando una línea de joyas de cerámica, un material con el que no había trabajado antes y que está haciendo que surja una propuesta frágil y sutil que difiere de mis colecciones anteriores, más estructurales y arquitectónicas. La inspiración está en todo lo que observo alrededor.

¿Ahora sientes que que eres más consciente de lo que sucede en tu entorno?
Es cierto, he recuperado la curiosidad por las cosas, me siento más despierta y activa. Es bueno salir de tu rutina, observar lo que te rodea y recuperar la capacidad de sorprenderte.

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