Tres mil años de arte peruano desembarcan en Madrid. Con ocasión de ARCOmadrid, la feria de arte contemporáneo más importante de España, el Museo de Arte de Lima (MALI) presentará tres muestras de gran calado en tres lugares claves de la ciudad. El céntrico Espacio de la Fundación Telefónica acoge a la cultura Nasca, mientras que el Centro de Arte Reina Sofía hace lo propio con las vanguardias artísticas que José Carlos Mariátegui publicó en su revista “Amauta”, y el Centro Cultural Matadero despliega el arte contemporáneo amazónico.
Para Juan Carlos Verme, presidente del MALI, estas tres muestras son el reflejo no solo de su prestigiosa colección, sino que también dan cuenta de su visión institucional y de sus proyectos futuros. Verme toma el ejemplo de la muestra “Amazonías” (en plural): “Hace un par de años, en el MALI tomamos la decisión de coleccionar y difundir el arte amazónico, tratando de salvar su legado histórico. Pero también nos importan el discurso de los artistas jóvenes. No nos interesa solo la Amazonía peruana, sino también la brasileña y colombiana, sus mundos rurales y urbanos”, explica.
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— La muestra sobre la revista “Amauta” también nace a propósito de las nuevas adquisiciones del museo...El MALI está trabajando sobre el terreno de una historia del arte inconclusa, generando conocimiento y comprensión. La muestra sobre la revista “Amauta” nos hará redescubrir un lado muy interesante de Mariátegui, que no era precisamente el político, y que concernía temas de estética. En su tiempo, Mariátegui era una figura reconocida en el mundo del arte, aunque tras su muerte se le fue arrinconando hacia temas eminentemente políticos. Sin embargo, hablamos de un pensador en términos muy amplios. La muestra nos permitirá entender cómo este hombre, desde una ciudad aparentemente periférica como Lima, tejió amplias redes de intercambio intelectual y artístico con Latinoamérica y Europa. Cada edición de “Amauta” generaba análisis crítico y pensamiento independiente. No se ha dado un momento más innovador de la intelectualidad peruana desde entonces.
— Sumado a estas tres exposiciones, se puede ver que la influencia del MALI alcanza también la misma curaduría de la muestra oficial del Perú como invitado dentro de ARCOmadrid. ¿Es el MALI una especie de 'think tank' del arte peruano? Hay dos aspectos aquí. Por un lado está la feria ARCOmadrid, que toma sus decisiones y escoge a una curadora del MALI de modo independiente, sin nuestra injerencia. Estoy contento por el Perú y por la feria que hayan escogido a alguien como Sharon Lerner. En el MALI permitimos a nuestros profesionales trabajar para otros proyectos o instituciones. No existe, como se dice por allí, la idea de que el MALI “coloca a su gente”. Lo que no me sorprende es que, quien mira al Perú desde fuera y quiere rodearse de gente idónea para un proyecto de arte, mire al MALI. Me parece natural. Pero quiero que quede clarísimo que nosotros no hemos movido un dedo para que Sharon Lerner esté en ese puesto. Lo que hemos hecho es no vetar su participación. Por mi parte, como persona natural, me he inhibido de participar en la feria de ninguna otra forma que no sea en mi rol de presidente del MALI. He preferido no participar como coleccionista, y aunque me han pedido armar una muestra de mi colección, me he negado a ello. Solo me interesa participar como parte funcional del MALI.
— ¿Cree que el MALI es víctima de la cultura de la sospecha?Es un fenómeno de la idiosincrasia local. La nuestra es una sociedad en la que no existe la confianza en el otro. Una de las razones por la que nos apasiona el MALI es porque los que trabajamos aquí lo hacemos de una manera simbiótica, con un gran nivel de confianza. Es por eso que podemos hacer cosas maravillosas. En el MALI no hay rencillas, ni guerras de poder. Sin embargo, como en una sociedad distópica, estamos rodeados de mala leche y desconfianza. Mientras tanto, con los artistas y con el público con que trabajamos siento que tenemos una gran confianza y empatía.
— ¿Por qué es importante que el Perú esté en ARCOmadrid? ¿Cree válido criticar que el Perú inicie oficialmente las celebraciones del bicentenario en esta cita? Eso es totalmente circunstancial. Así se están dando las cosas. Yo no soy ningún apasionado de las ferias de arte, sin embargo desde el MALI estamos esforzándonos para que el MALI y el Perú tengan la mejor representación en Madrid. ¿Por qué? Porque durante la semana en la que ARCO funciona y en los tres meses siguientes, en que las distintas muestras peruanas están en Madrid, la ciudad va a ser el escaparate del Perú para el mundo. Viendo muestras como “Nasca” y “Amauta”, la gente va a decidir viajar al Perú para indagar más. Es una plataforma magnífica para dar a conocer las maravillas del país.
— Hablemos del proyecto de ampliación del MALI, anunciado para el bicentenario. Al parecer, no llegaremos a verlo para esa fecha. ¿Qué pasó?El sueño se aplaza. El comienzo de la construcción de la ampliación en el subsuelo, que albergaría las colecciones en expansión del MALI, debía haber comenzado este año. Era un programa para ser financiado por el programa de obras por impuestos. Seguimos todos los pasos con el Gobierno: Presidencia de la República, Ministerio de Economía y Finanzas, Ministerio de Cultura. También con la Municipalidad de Lima. El Banco de Crédito acordó hacer con nosotros el programa de obras por impuestos. Teníamos la palabra de la actual administración, bajo la presidencia de Pedro Pablo Kuczynski. De pronto, a fines del año pasado, se concretaron los rumores de que, lamentablemente, la caja fiscal estaba en déficit y que el Gobierno no quería invertir en infraestructura. Así, el Gobierno nos ha dicho que nuestro proyecto no va por ahora. Estamos en el aire. No sabemos cuándo se podría implementar. Mi llamado es que, por favor, se entienda la importancia de este proyecto para la ciudad y para el público. En el MALI hemos demostrado capacidad de gestión, de generar valor económico y conocimiento. Pueden creerme cuando digo que los dineros invertidos en el MALI van a rendirle muy buenos frutos a la sociedad.
— El resquemor que se sentía por una posible incomprensión del anterior alcalde de Lima terminó siendo la del ministro de Economía...Lo has dicho tú, no yo.
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— ¿Se calcula cuánto es la inversión del proyecto?Veintitrés millones de dólares. A este paso, no habrá proyectos para celebrar ningún bicentenario. Lo que le pido al Gobierno y a ciertas personas que critican superficialmente lo que hacemos es que nos dejen trabajar.
— Lo que sí se organizará de todas maneras para el bicentenario es la exposición dedicada a los incas. ¿La muestra borrará el prejuicio de considerarlos mediocres artistas y más bien notables arquitectos y administradores? Creo que sí. Tienes a gente como Cecilia Pardo y otros estudiosos que se preparan con tres años de anticipación para esta muestra, poniéndose al día sobre los últimos conocimientos sobre el incario. Ellos nos darán una última versión 'aggiornada' de lo que sabemos de los incas, generando un enorme conocimiento. ¿Cuándo hemos tenido una muestra a profundidad sobre los incas? El prejuicio que recoges en tu pregunta está en la calle, vivimos en el desconocimiento de lo que fueron los incas y de sus capacidades creativas y artísticas. Para octubre de este año, el MALI está gestando una muestra fascinante sobre quipus, con múltiples lecturas. Vivimos en el siglo de la información, y el quipu, siendo un sistema de almacenamiento de información, muestra que su vigencia es asombrosa.
— Por otro lado, se decía que ya se contaba con un nuevo director para el MALI. Sin embargo, el anuncio oficial nunca se hizo. ¿Cuál es la razón de la demora? Natalia Majluf, nuestra directora por 17 años, artífice del despegue y del enorme cambio del MALI, nos avisó con antelación que se iba. Por eso salimos a buscar un director o una directora que pudiera reemplazarla. Dimos con Chris Dercon, director de la Tate Modern de Londres por cinco años, quien luego pasó a dirigir el Volksbühne (Teatro Popular) de Berlín. En abril pasado me enteré que Chris renunció por problemas políticos y lo llamé para invitarlo al MALI. Le entusiasmó la idea, y comenzamos largos meses de conversaciones. En setiembre llegamos al momento en que debíamos firmar el contrato, pero recibió a ultimo momento el pedido del presidente francés, Emmanuel Macron, para encargarse de la reunión de los museos estatales franceses, en cuya cabeza está el Gran Palais de París. Se dio la batalla, viajé a Berlín para convencerlo, pero Macron redobló su oferta. Siendo europeo, Chris se decidió por un proyecto de corte político administrativo en Francia, y no ya de desarrollo de contenido y trabajo con el público y con artistas, como iba a ser en el MALI. Fue una sorpresa triste, y seguimos buscando un reemplazo para Natalia. Ya lanzamos la convocatoria internacional pública. Hoy por hoy, el MALI está en capacidad de convocar a gente del más alto nivel internacional.
— ¿Por qué apostar por un fichaje internacional? ¿No tenemos buenos candidatos en casa?No he dicho que no los haya en el Perú, pero nuestro medio es muy pequeño. Quiero traer las mejores prácticas internacionales, algunas que tal vez no hemos implementado aquí. Una visión distinta que nos haga notar cosas que no hayamos visto. Chris Dercon conocía a mucha gente muy valiosa en muy distintas ramas del arte internacional. En ese sentido, es una gran pena no contar con él. Pero tengo la confianza de que podremos resarcirnos de esa fallida contratación.
MALI CON PREMIO AEl pasado 16 de enero, la Fundación ARCO anunció en Madrid sus Premios A al Coleccionismo. En su vigésima tercera edición, reconoció a las colecciones Cleusa Garfinkel (Brasil), The Meadows Foundation (EE.UU.), Colección Banco de España, Colección H.E.F. y Colección Kells (España), y el Comité de Adquisiciones de Arte Contemporáneo del MALI (Perú). El acto de entrega de los premios tendrá lugar en la Comunidad de Madrid el martes 26 de febrero.