Dos tercios de la banda bastaron para que Cuchillazo vuelva a la actividad. Con Capi Baigorria y Rafael Otero, pero esta vez sin su cantante Nicolás Duarte, la emblemática agrupación de temas como “Máquina” o “Escribir todo de nuevo”, y memorable banda sonora de series como “Misterio” y “La Gran Sangre”, retomará los escenarios desde este sábado 3 en un concierto que promete toda la fuerza con la que se hicieron tan populares.
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Pero la historia de este reencuentro no ha sido simple. De hecho, tiene algunos episodios dignos de contar. Por ejemplo: ¿con quién completar la alineación mínima para volver a tocar en vivo, ahora sin su vocalista principal? En esta ocasión, el baterista Capi Baigorria asume la voz, pero la búsqueda de un nuevo guitarrista fue clave.
CON TODO, CONTRA TODOS
“Rafael fue el primero en sugerirme la idea de juntarnos –cuenta Baigorria–. Y mi respuesta fue instantánea: le dije que sí, que vamos con todo o no vamos. Pero luego él tuvo un proceso más largo de meditación. Supongo que tenía una idea determinada de la banda en la cabeza, que no debíamos regresar si no estábamos los tres originales”.
A pesar de todo, una vez que se reunieron a tocar, se dieron cuenta que de todas maneras tenían que volver. Y así empezó la búsqueda de un nuevo guitarrista. “Yo le propuse 3 o 4 alternativas y él a todas me dijo que no. Que ese ni hablar, que ese tampoco. Cuando él me propuso otro, yo también le dije que no”, explica el percusionista.
Hasta que pasó por la mente de Baigorria un nombre: el de Hugo Vecco, rockero de larga experiencia que, sin embargo, estaba pasando por un trance severo: un cáncer a los huesos al que se le sumaron varios problemas familiares que lo tenían sumido en una crisis emocional más que complicada.
“Hugo estaba luchando por su vida. Él había sido piloto profesional de Ducati, pero debido a la enfermedad, no pudo seguir con eso. Todo se le vino abajo. Es así que decide vender sus motos, comprarse todas las guitarras que pudo y regresar a la casa de su mamá, donde hizo un pequeño estudio como para vacilarse allí solo. Total, estaba casi postrado, porque ese cáncer te rompe los huesos”, cuenta Baigorria.
Aun así, Baigorria le propuso a Vecco sumarse a la banda. Era una forma de darle una motivación para salir de la cama. “Dame un mes para pensarlo”, le respondió, pero a la semana ya estaba decidido. La primera vez que fue a encontrarse con Rafael y Capi para comenzar a ensayar, el primero no podía creer lo que veía. “Rafael lo vio bajar del taxi como si fuera un ancianito y me dijo ‘oye, tú estás loco’. Pero Hugo persistió. Tocamos y sonó increíble. Las canciones salieron tan paja que dijimos ‘Carajo. Cuchillazo está vivo’”.
“Y mira cómo todo se ha dado –continúa Baigorria–. Hugo pasó de subir las escaleras con las justas a recuperarse milagrosamente. Es una historia increíble por ambos lados: él resucita a Cuchillazo y Cuchillazo lo resucita a él”.
¿Y NICOLÁS?
Pero antes de encontrar la forma definitiva de este Cuchillazo –uno nuevo y al mismo tiempo el de siempre–, también surgió la idea de formar otra banda. “A Rafael se le ocurrió, sí. Pero cuando a él y a mí nos tocas el tema Cuchillazo, nos tocas bien hondo. Y que alguien haya dictaminado que Cuchillazo estaba muerto no es verdad. Nosotros sabíamos que esto se llama así y no tiene por qué llamarse de otra manera”, dice Baigorria.
Admite también que se propuso a Nicolás Duarte unirse a esta reunión, pero los esfuerzos fueron infructuosos. “Lo conversamos, por supuesto. Nos comimos un cebiche y le dijimos las cosas, que queríamos seguir. A él le pareció raro, pero terminó aceptándolo y siendo claro. Yo a Nicolás lo quiero muchísimo, él es para mí muy importante. Es un enorme amigo y, además, el padrino de mi hija. Nada de esto hará que yo tenga algún tipo de deterioro en mi relación con él. Yo no lo siento así, para nada”, agrega.
Eso sí, Baigorria enfatiza en que la banda nunca ha estado mejor que hoy. “Algo muy interesante que nos pasa es que de pronto tenemos público nuevo en el sentido de las edades. Y no me parece raro, porque es algo que se va heredando. El niño escucha lo que su mamá escucha y le entra. Eso está pasando con Cuchillazo, lo he podido ver”, afirma.
“Además, Cuchillazo no se separa por las puras. Venía en una fase de decaimiento, de falta de ganas. Fue muriendo año a año. Venía agonizando desde el 2015 –sentencia Baigorria–. Pero ahora, tal y como estamos, parecemos unos chibolos de 19 años que acaban de formar una banda. Estamos como locos. Que yo recuerde, nunca ha estado así con este empuje”.
Cuchillazo se reencontrará con su público este sábado 3 de junio en el C.C. Festiva. Las entradas están a la venta en Joinnus.com.
Los acompañarán Chabelos, Inyectores, Tragokorto, D’Mente Común, Recarga, Vaselina, Bala Perdida, Ana y los Velociraptores, y Evensys.
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