Fellini y Verdi, hechos danza: dos espectáculos gratuitos en tributo a dos maestros del arte italiano

No fueron colegas ni contemporáneos, pero si algo puede unir a Giuseppe Verdi (1813-1901) con Federico Fellini (1920-1993), aparte de la nacionalidad, es esa cualidad especial de ser grandes maestros que consiguieron dotar su arte de una enorme popularidad. Uno en la música y el otro en el cine, Verdi y Fellini difuminaron ese límite a veces molesto que se traza entre la alta cultura y el gusto de las masas.

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Algo que, en cierta manera, busca hacer también la compañía italiana Artemis Danza, fundada en los años 90 del siglo pasado, y que ha llevado más de 40 obras originales a importantes teatros y festivales del mundo. Su próxima parada será el Perú, donde bajo la dirección artística de Monica Casadei presentarán dos espectáculos en el Teatro Pirandello: una adaptación dancística del clásico de Verdi “La traviata” –en este caso titulada solo “Traviata”–, y una puesta en escena familiar titulada “El circo de Fellini”.

En el primer caso, “Traviata” forma parte de una serie de obras adaptadas por Casadei, que pasan del teatro y la ópera a la intensidad física de la danza. “Es una operación innovadora y original que implica un trabajo de readaptación y respeto de las fuentes para preservar su sentido y concepto”, explica Silvia Vallini, directora del Instituto Italiano de Cultura, que organiza el evento junto a la Embajada de Italia en Lima.

La historia de Violetta, que Verdi estrenó en 1853, se presenta aquí mediante una fusión de expresiones artísticas diversas, reflejo del eclecticismo en el trabajo de la coreógrafa italiana. “La amplia visión de Casadei se deriva de sus estudios clásicos y filosóficos, así como de su carrera como gimnasta acrobática profesional, anteriores a sus estudios de danza clásica y moderna”, destaca Vallini sobre la directora de Artemis Danza.

BAJO LA CARPA

En tanto, “El circo de Fellini” es un espectáculo que conmemora los 30 años de la muerte del mítico cineasta, pero con un despliegue de danza, poesía y color. En este caso, la coreografía presentada por Casadei parte de las notas musicales del compositor Nino Rota, habitual colaborador de Fellini.

Por esa razón, la puesta en escena invita a los espectadores a sumergirse en la atmósfera circense que Fellini tanto amó, quedando patente en películas inolvidables como “8 ½”, “La Strada”, “Roma o “Amarcord”. Como bien señala Vallini, el espectáculo dirigido para grandes y chicos apunta a “regresar a la infancia y recuperar esas emociones tan genuinas y sinceras que solo la niñez puede brindar”.

Además de los shows ya descritos, Casadei y Artemis Danza ofrecerán una clase maestra para dar a conocer su identidad coreográfica, dirigida a estudiantes de escuelas de danza, bailarines y actores peruanos. Una actividad que va en la línea de otras similares que impulsa el Instituto Italiano de Cultura.

“Nunca se trata solamente de una presentación –explica Vallini–, sino de un encuentro entre el artista y el público, con talleres, clases magistrales y laboratorios en los que se puede realmente conocer los proyectos artísticos, el método de trabajo y el concepto de la creación propios de los artistas invitados”.