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No es necesario vivir cerca al mar para que tu casa revele una atmósfera veraniega y llena de frescura. A veces, agregar unos muebles o adornos en madera y utilizar ciertos tonos puede infundirles aquella esencia relajada que remite a la playa, su calidez y relajo.
Los colores también son importantes. El menta, celeste, cielo, melón o palo rosa, le dan ese ingrediente de alegría, propio de la estación. Asimismo, es importante generar un adecuado contraste para que los ambientes no luzcan recargados.
En esta nota te decimos cómo impregnar el verano en tu casa, a través de la decoración.
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