“Yo tengo fe que Alianza va a ganar, yo solo sé que tengo que alentar....”, reza un famoso cántico del Comando Sur como grito de guerra cuando las cosas en la cancha están cuesta arriba. Es como si los hinchas blanquiazules evocaran una intervención divina para que sus futbolistas reaccionen y le hagan frente a la adversidad. Pero este acto no es solo una casualidad ni queda ahí. Con banderas en mano, los fanáticos miran al cielo, se persignan y se entregan en sus mentes ante la santísima imagen del Señor de los Milagros. Porque así como los potrillos, los majestuosos pases de César Cueto, los goles de Teófilo Cubillas, y los 23 títulos nacionales son patrimonio de la institución blanquiazul, la fe en el Cristo Morado también. Por ello, como se ha hecho una tradición al comenzar el mes de octubre, las clásicas camisetas moradas se estrenan este sábado (8 p.m.) ante Pirata FC en Matute.
Según el reconocido historiador blanquiazul, Armando Leveau Guzmán, toda esta historia de fe y devoción comenzó el 3 de octubre de 1971 en el Estadio Nacional. Las manecillas del reloj daban las 3 de la tarde y, bajo el arbitraje de Carlos Rivero, Alianza por primera vez utilizó la camiseta blanquimorada ante Sporting Cristal. Sin embargo, toda esta puesta en escena se gestaría una semana antes, el domingo 26 de setiembre de 1971, luego de ganarle al Porvenir Miraflores por 1 a 0 en el ‘Lolo’ Fernández con el gol de Manuel Mayorga.
El señor José Carrión Meigg, más conocido como ‘el chino Pepe’, quien se desempeñaba como utilero del club, en medio de la algarabía del triunfo, le comunicó una mala noticia al directivo Alfonso De Souza Ferreyra. Le indicó que no habían uniformes completos para el partido siguiente ante los rimenses. ¿La razón? una fuerte lluvia impidió que la indumentaria se seque. “Fue porque la ropa era gruesa. El club le pidió a la marca que los vestía más camisetas, pero se negaron por una deuda”, contó muchos años después Luis Achong, hijo del famoso ‘Chino Pepe’.
Al enterarse Ferreyra, uno de los directivos íntimos con mayor jerarquía en aquel momento, le exigió una solución al utilero blanquiazul. A este, que también era cargador del anda del Señor de los Milagros, no se le ocurrió mejor idea que utilizar unas telas moradas, que servían para confeccionar los hábitos, para los uniformes. Esta solución, lejos de satisfacerlo, provocó la molestia de Ferrerya. “Don Alfonso se llenó de cólera y mando a llamar al buen ‘chino’. Lo insulto y le dijo un montón de lisuras y lo botó del club, y al termino del partido ganamos al Sporting Cristal con goles de Teófilo Cubillas y César Cueto”, nos narra Leveau.
El enorme mérito de haber superado a los celestes, mirados en ese momento hasta con temor por el buen juego que tenían, se lo dieron en tienda íntima al Señor de los Milagros. Si le ganaron a ese equipazo debía ser un acto de fe, más que cualquier otra razón futbolística, creían La Victoria. Por esa razón, Don Alfonso no dudó en hacerle llegar una orden al ‘Chino Pepe’: “La próxima semana igual lleva las chompas a Trujillo para enfrentar al Carlos A. Mannucci”. En la ‘ciudad de la eterna primavera’ fue triunfo blanquimorado por 3-2 y, lo que empezó como una cábala, se transformó en una tradición aliancista que se mantiene hasta la actualidad.
¿Cómo llegó la imagen del Señor de los Milagros al vestuario aliancista?
La inauguración del estadio de Matute fue en 1974 y se dio a lo grande. El emblemático Nacional de Uruguay fue el encargado de estrenar el césped de Matute. En un emocionante partido, que terminó 2-2, Juan José Ávalos y Juan Rivero fueron los primeros jugadores íntimos en anotar en el nuevo estadio. Fue a la salida del vestuario cuando se colocó una imagen del Cristo Morado, justo antes de saltar al campo de juego. Desde ahí se empezó a forjar esta costumbre.
Respeto del clásico rival por la tradición aliancista
El paraguayo Jorge Amado Nunes no es recordado de muy buena manera por los hinchas de Alianza Lima. Aquel puñete que le propinó a Juan Carlos Kopriva en el famoso clásico de 1994 en Matute fue repudiado por todos los victorianos. Sin embargo, el ídolo de Universitario confesó que, en su primer clásico en el estadio Alejandro Villanueva, le llamó la atención una escena que, pese a su conocida rivalidad que mantuvo con los íntimos fue hasta el día de hoy provoca su respeto. “Los jugadores del Alianza se demoraban en salir a la cancha y me fije que era porque, uno por uno, le rezaban fervorosamente a la imagen del Señor de los Milagros”, expresó el ‘Cenizo’. Queda claro que hasta ídolos del rival eterno valoran y respetan dicha tradición aliancista.
Devoción en la casa
Adelfo Magallanes, por su parte, fue un futbolista aliancista que se mostró como uno de los más devotos por el Señor de los Milagros.El expuntero derecho ganó tres títulos como jugador de Alianza Lima en los años 30 y otros cuatro como entrenador entre 1948 y 1955. Dichos trofeos se los adjudicó en gran parte a deidad. “Los campeonatos que ha conseguido Alianza son gracias al Señor de los Milagros, que protege a los negros”, señaló.
Otro personaje que se entregó en cuerpo y alma a la devoción del Señor de los Milagros fue el entrenador argentino Gustavo Costas, quien fue bicampeón nacional con Alianza Lima (2003-2004). "Desde que llegué a Alianza Lima en el 2003 siempre llevamos la imagen del Cristo Moreno a los vestuarios para realizar el rezo previo a cada partido”, dijo el popular ‘Garganta de lata’. El 9 de setiembre del 2010, el entrenador fue nombrado socio honorario de la cuadrilla 17 “Guardianes del Señor de los Milagros”.
Alianza viene de perder un clásico que le dolió en el alma al hincha blanquiazul. No solo cayeton ante el eterno archienemigo, sino que este le sacó cinco puntos de ventaja ocho fechas de terminar el Torneo Clausura. Parecería que las cartas ya están echadas a favor de los cremas, pero la familia aliancista todavía se aferra a la posibilidad de remontar en la tabla de posiciones. Ellos saben que es octubre, creen el Señor y, por supuesto, también en sus milagros.