FERNANDO LOZANO @ferlozan
A la selección de Suiza no le sobra nada. Tiene un equipo justo que le alcanzó para pasar a octavos de final y enfrentar a Argentina, y a un crack que bien podría ser la antítesis suiza de Messi, pero nada más. Su único duelo con un equipo superior en el papel terminó con goleada, pero tras perder a su zaguero central titular parece que se ha vuelto a recomponer para dar pelea en los octavos.
En la fase de grupos dieron muestra de garra al voltearle el partido 2-1 a Ecuador en el último minuto; ante Francia quisieron jugarle de igual a igual y terminaron comiéndose un 5-2 con una actuación desastrosa de su defensa, y ante Honduras, uno de los equipos más discretos de la Copa, se llevaron fácil un 3-0. Esto resultados los hacen un cuadro impredecible.
“Estamos explorando más el contraataque y conseguimos marcar goles de esta manera, además de defender mejor. Si estamos en un buen día (junto con Inler) somos una de las mejores duplas de Europa. Espero que podamos demostrarlo”, afirmó Valon Behrami, mediocampista de contención que es uno de los pilares del equipo. Él, junto con Benaglio y Shaquiri forman la base de ese 4-2-3-1 que ha impuesto Ottmar Hitzfeld.
Su punto débil es la defensa y su dificultad de aguantar el contragolpe. Ante Francia quedó completamente en evidencia cuando los franceses les ganaron continuamente las espaldas y fabricaron así la mayor parte de los goles. En el siguiente duelo ante Honduras se mostraron más sólidos, tal como lo dijo Behrami, pero la medida real de su mejora será ahogar la genialidad de Messi. Djourou parece afianzado en la dupla central con Schaer, luego de padecer la baja de Von Bergen por una fractura en la cara que lo sacó del Mundial, y de padecer también a Senderos, que jugó muy mal ante Francia.
Sus puntos fuertes son dos. El primero: Shaquiri. Su velocidad y gambeta por izquierda hacen recordar a la ‘Pulga’, guardando las distancias. Su jugada favorita es precisamente amagar rivales en diagonal partiendo desde la derecha o el centro para abrirle paso a su pierna izquierda y soltar el remate cruzado. Su otro punto fuerte es uno que los hace muy peligrosos para los argentinos: Suiza no tiene nada que perder. Su objetivo de llegar a octavos ya lo lograron. Esa tranquilidad contrastará con la presión de Argentina, que ha pasado la fase de grupos sin convencer y que sabe que ya no tendrá otra oportunidad para fallar. Lo más probable es que Suiza se dedique más a defender y que explote el contragolpe, allí sus hombres rápidos pueden hacerle pasar un mal rato a la defensa argentina.
Este sería el once inicial de Suiza: Diego Benaglio; Stephan Lichtsteiner, Johan Djourou, Fabian Schär, Ricardo Rodriguez; Valon Behrami, Gökhan Inler; Granit Xhaka, Xherdan Shaqiri, Admir Mehmedi; y Josip Drmic.