La Justicia brasileña suspendió hoy por falta de seguridad el partido amistoso entre Brasil e Inglaterra, previsto para jugarse el próximo domingo 2 de junio en el renovado estadio Maracaná, informan hoy medios locales.
La resolución de suspender el choque, considerado clave para probar a estadio lleno las renovadas instalaciones del templo del fútbol brasileño, que recibirá partidos durante la Copa Confederaciones que comienza el próximo 15 de junio, fue adoptada por la jueza Adriana Costa dos Santos, quien acató un recurso interpuesto por el Ministerio Público de Río.
Según la versión electrónica del diario Folha de Sao Paulo, la Fiscalía basa su afirmación de que no están dadas las garantías de seguridad para la afición, a raíz de la existencia de piedras, pedazos de calzada y restos de obra que todavía pueden verse en las inmediaciones del estadio, y que pueden ser usadas por vándalos para provocar tumultos o causar accidentes a los hinchas que asistan al encuentro.
Hasta el presente momento no se tiene noticia de que las restricciones (señaladas por los fiscales) hayan sido subsanadas, sostiene la magistrada en su fundamentación. No obstante, admite que la suspensión podrá quedar sin efecto en caso de que se compruebe que el estadio brinda seguridad e higiene para la realización el partido.
El director del departamento jurídico de la Confederación Brasileña de Fútbol, Carlos Eugenio Lopes, dijo que apelará la resolución judicial el viernes por la mañana, hora de Brasilia, puesto que, aseveró, posee todas las habilitaciones necesarias para la realización del choque.