Los aeropuertos, que servirán a cientos de miles de aficionados dentro de dos meses, se han convertido en un obstáculo más para la Copa del Mundo Brasil 2014. Las obras de remodelación y modernización se han completado en solo dos de los 13 aeropuertos a ser usados en el torneo.
En todo el país, los sonidos de los motores de los aviones se mezclan con los de taladros, martillos eléctricos y aplanadoras. Por los pasillos se cruzan pasajeros y obreros de la construcción, portando respectivamente sus maletas y maquinaria.
La mayoría de los entendidos dicen que no esperan un caos total cuando empiece la Copa el 12 de junio. Pero advierten que los visitantes deberán prepararse para aeropuertos con obras en marcha, largas colas, cambios de último momento en los vuelos y demoras, todos estos factores normales en los aeropuertos brasileños. Habrá multitudes en las salas de embarque, demoras en la recolección de equipajes, pocas opciones alimenticias y un transporte muy deficiente desde y hacia los aeropuertos.
No habrá trenes ni metros que comuniquen las ciudades con los aeropuertos. Los costosos taxis serán la única opción para ir a los hoteles. Y el visitante debe prepararse para grandes trancones de tráfico.
¿OPTIMISMO?
Las autoridades de aviación civil admiten que hay demoras, pero aseguran que “los aeropuertos brasileños estarán listos” para servir a los turistas de la Copa Mundial. “Los problemas que hay en algunos aeropuertos no impedirán que el visitante sea recibido con calidad”, afirmó ese departamento en un comunicado.
Informes del gobierno, no obstante, indican que en los aeropuertos donde todavía se está trabajando, solo se han completado la mitad de las obras. Solo los aeropuertos de Recife y Natal, en el noroeste, están listos para el Mundial, según los expertos.
“Dicen que terminarán las obras, pero habrá muchas soluciones de último momento para ocultar lo que no está listo”, afirmó Adriano Pires, un analista de obras de infraestructura. “El nivel de comodidad no será el ideal. Brasil tuvo tiempo para poner los aeropuertos a punto, pero se demoró mucho en empezar los trabajos. A partir de lo que la gente vea en los aeropuertos, la imagen que se llevarán de Brasil no será buena”.
Omar Daniel Martins Netto, consultor de aviación civil de la ciudad meridional de Curitiba, estuvo de acuerdo. “Esto es lo que pasa en un país en el que la falta de planificación es la norma, todo se demora”, sostuvo.
“LOS AEROPUERTOS”
Los obsoletos aeropuertos brasileños representaban un problema mucho antes de 2007, cuando se otorgó al país la sede del Mundial. El ex presidente de la federación brasileña de fútbol, Ricardo Teixeira, solía decir que la nación tenía tres grandes problemas que resolver antes de la Copa, “los aeropuertos, los aeropuertos y los aeropuertos”.
La modernización de esta infraestructura fue una de las promesas principales hechas por el gobierno en su candidatura, a la postre ganadora. Las autoridades estimaban una inversión de 2.700 millones de dólares en fondos públicos y privados para mejorar los principales aeropuertos que prestarían servicio durante el Mundial.
El gobierno espera la llegada de 600.000 visitantes extranjeros y el desplazamiento de tres millones de turistas brasileños durante el mes que dura el torneo. Los visitantes internacionales han comprado más de 1,5 millones de boletos para el máximo certamen del fútbol en el orbe.
Los aeropuertos son particularmente importantes para el Mundial en Brasil, pues el país carece de un sistema ferroviario viable y casi todos los viajes entre las sedes distantes deben hacerse por aire.
“En ningún otro Mundial la aviación ha desempeñado un papel tan vital, debido al gran número de ciudades sede, a las largas distancias entre éstas y a la falta de opciones de transporte”, consideró Tony Tyler, director general de la Asociación Internacional del Transporte Aéreo, durante una estadía reciente en Sao Paulo. “Las 12 ciudades sede son responsables por el 75% de todo el transporte de pasajeros en Brasil, de modo que se puede entender que dar cauce al tráfico adicional con los mínimos inconvenientes representa una gran necesidad”.
LA BUENA NOTICIA
Las aerolíneas brasileñas afirman que estarán listas para atender la demanda intensificada durante la Copa del Mundo. La asociación brasileña de empresas aeronáuticas (ABEAR) señala que se ofrecerán vuelos adicionales y que se mejorarán las operaciones aeroportuarias.
Los expertos coinciden en que se concluirán al menos las obras cruciales. “No creo que haya caos” dijo Gesner Oliveira, profesor de la Fundación Getulio Vargas en Sao Paulo. “Esto no será perfecto. Probablemente habrá algunas situaciones incómodas porque no se tendrá tiempo de probar todo, pero todo podrá manejarse”.
La agencia estatal brasileña Infraero, que supervisa buena parte de los aeropuertos del país, informó que de los 15 proyectos de remodelación en curso, ocho estaban completos a menos del 50% para febrero. Añadió que muchas de esas mejoras no son esenciales para los visitantes durante el Mundial, y que ya se esperaba que algunos proyectos no concluyeran sino hasta después del torneo.