Carlos Salvador Bilardo es indudablemente uno de los grandes protagonistas de la historia del fútbol argentino, no solo por lo ganado como entrenador de la selección albiceleste —fue campeón y subcampeón del Mundial—, sino también por el amor y odio que despierta a partes iguales. Antes de la llegada de Mourinho o Simeone, el fútbol mundial ya contaba con un gigantesco defensor del resultado como fin absoluto del balompié y, en su empeño por lograr la victoria a cualquier costo, Bilardo llegó más lejos que cualquiera.
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Ganador desde su época de futbolista, el Doctor ha sido polémico y extravagante a lo largo de su carrera en el deporte. Aquí, un repaso a dichos aspectos de Bilardo en ocho momentos de su vida.
- Campeón de todo -Como jugador, Carlos Bilardo dio sus primeros pasos en San Lorenzo, pero Estudiantes de La Plata fue el club de su vida. Con el Pincha, el Narigón ganó el Campeonato Metropolitano de 1967 y sería tricampeón de la Copa Libertadores en los tres años siguientes (1968, 1969 y 1970). En el 69 Estudiantes ganó la Copa Interamericana y en el 68 se llevó la Intercontinental tras derrotar al Manchester United de Bobby Charlton y George Best.
- Esposa y cumpleaños -El Doctor siempre dijo que Gloria, su esposa, era “única” y lo “entendía como nadie”, pero tenía algunos problemas para recordar fechas importantes no ligadas al fútbol. En una entrevista en vivo, el periodista Samuel Gelblung preguntó al entrenador cuál era el cumpleaños de su pareja y este no supo qué responder, por lo que pidió llamarla para preguntarle. “Mi cumpleaños es hoy, pero Carlos lo olvidó”, fue la respuesta de Gloria al contestar la llamada de Gelblung.
- Huelga de hambre -Corría el año 1969 y Estudiantes se enfrentó al Milan de Gianni Rivera por la Intercontinental. Los lombardos vencieron 3-0 en partido de ida en Italia y en el encuentro de vuelta los jugadores del León fueron desmedidamente agresivos. El milanista Néstor Combin se llevó la peor parte y es famosa una foto suya en la que se le ve cubierto de sangre y tendido en el suelo .
Tan violento fue aquel partido, que tres jugadores del Pincha (Luján Manera, Poletti y Aguirre Suárez) fueron encarcelados durante un mes por el gobierno dicatorial de Argentina. Los reportes indican que Bilardo viajó hasta la prisión de Bariloche en la que se encontraban sus compañeros y se declaró en “huelga de hambre” como muestra de solidaridad.
- El bidón de Branco -A Carlos Bilardo siempre se le asoció con toda clase de estrategias sucias, pero la más famosa de todas tuvo lugar durante el partido entre Argentina y Brasil en el Mundial de 1990. En un momento de descanso, el brasileño Branco bebió una botella de agua que sus rivales le ofrecieron. Luego de ingerir la bebida, el lateral izquierdo anduvo como un alma errante en lo que restaba de aquel partido. La Albiceleste terminó eliminando al 'Scratch'.
Durante mucho tiempo se especuló con que el agua que tomó Branco contenía calmantes y no sería hasta 14 años después que Diego Maradona prácticamente admitió que la trampa existió. Con el paso del tiempo se supo que las botellas 'limpias' y las que tenían calmantes estaban separadas por colores de forma intencional, a fin de que los argentinos pudieran distinguirlas. Aunque nunca aceptó la culpa abiertamente, Bilardo siempre fue señalado como el hombre detrás del infame 'bidón de Branco'.
- La botella de champán -Era el mes de febrero de 2004 cuando Bilardo fue protagonista de una desconcertante anécdota en medio de un encuentro entre Estudiantes y River. El Narigón ingresó al campo con una botella de champán y una copa, para beber a vista de todo el mundo. La fiscal presente en el partido intervino para solicitar el retiro de la botella por la prohibición de bebidas alcohólicas en los estadios. Bilardo se negó y dijo únicamente que era “agua con Gatorade”.
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Tras forcejear con la policía y exigir que la botella sea “precintada para que su contenido no fuera adulterado”, el entrenador dejó que las autoridades se lleven el envase. Al final, el análisis de la bebida halló que no había alcohol y el estratega dijo que todo fue siempre “una broma”. Aquel partido terminó con una victoria de River, hecho que quedó opacado por el 'show' de Carlos Bilardo. “¿Volvería a hacer una cosa como esta?”, le consultó un periodista tras el incidente y el Doctor respondió siendo fiel a su naturaleza: “Sí, cómo no”.
- Disfrazado de mujer -Antes del Mundial de México, el Doctor organizó una pequeña concentración con 14 jugadores en Jujuy. En Tilcara, localidad jujeña en la que se encontraban, había una celebración a pocas cuadras del hospedaje, por lo que los futbolistas pidieron permiso para acudir a la fiesta. Bilardo accedió, aunque con la condición de que regresaran a la 1 de la madrugada; sin embargo, el técnico decidió espiar de cerca a sus dirigidos de forma bastante peculiar.
“Como quería asegurarme de que todo estuviera bien, me disfracé de mujer colla con una pollera negra, alpargatas y un sombrero típico. Al llegar, todos los muchachos estaban bailando. Nadie me reconoció. Fui hasta el centro de la pista y me puse a bailar con ellos”, recordó Carlos sobre aquel día. El entrenador agregó que Oscar Ruggeri “se pegó un susto bárbaro” cuando lo vio.
- Uniforme y necesidad -El Mundial del 86 se jugó con un calor agobiante y el uniforme alterno de Argentina había dado muchos problemas a los jugadores, que transpiraban demasiado con este. Para mala fortuna de los albicelestes, iban a jugar nuevamente con la camiseta de visitante ante Inglaterra. Fue por ello que Bilardo pidió a los responsables de la equipación hacer una camiseta mucho más ligera y con un cuello más amplio, a fin de mejorar la ventilación.
Apenas hubo tiempo para realizar el pedido, pero este se cumplió y con aquel polo azul Diego Maradona anotó los dos goles más famosos de los mundiales.
- Retiro en cancha -En “Doctor y campeón”, su autobiografía, Bilardo cuenta que el primer anuncio de su retiro como futbolista tuvo lugar en la cancha. Fue en medio de un partido de 1970, en el que Estudiantes empató 1-1 con Vélez. “No vengo más”, se repetía el Doctor a sí mismo en una esquina del campo, por lo que el guardameta Alberto Poletti se le acercó a preguntarle qué pasaba. En ese momento Bilardo le dijo que se iba a retirar del fútbol, decisión que le haría saber a sus demás compañeros en el camerino, justo después del partido. El entonces mediocampista dijo estar cansado de las concentraciones.
- El psicólogo y los hachazos -Antes de México 86, la vivienda del polémico entrenador había sido atacada en varias ocasiones, por lo que el entrenador decidió engañar a los agresores y colocó un letrero de venta junto a esta. Tras alojar a su esposa e hija en la casa de su suegra, Bilardo se refugió en una propiedad de su familia a las afueras de Buenos Aires. Tras las prácticas de la selección argentina, el preparador pasaba buena parte de su tiempo en soledad y se dedicaba a cortar leña con un hacha.
El entrenador decía que realizaba dicha actividad hasta quedar agotado y que ello era una suerte de terapia para él. Cierto día, alguien lo llamó por teléfono en medio de la habitual jornada de hachazos. Cuando le preguntaron al técnico qué hacía, este únicamente atinó a decir que “estaba en el psicólogo”. “Así me descargaba”, cuenta en su autobiografía.