El Torneo de Finalización de Colombia del 2008 tuvo como grandes protagonistas a dos jugadores: Juan Guillermo Cuadrado (hoy figura de la Fiorentina de Italia e indiscutido en la selección colombiana) y Jaime Córdoba Taborda. Este último fue, incluso, distinguido por la FIFA como uno de los 13 “prospectos del mundo”.
Desde chico, Córdoba tenía pinta de crack. Tenía solo 10 años cuando su padre lo llevó a probarse en el Deportivo Cali. Solo escogieron a seis de 200. Él estaba en esa lista. Le dieron la camiseta número '10' y era goleador. Debutó el 2007 en el América de Cali, luego pasó por Junior, Atlético Nacional, Deportivo Pasto y Deportivo Cúcuta. ¿Por qué nunca llegó a Europa? Córdoba fregó su carrera por el alcohol.
“Si hubiera asumido con profesionalismo esa distinción que me hizo la FIFA, ahora estuviera en Europa. Me da no se qué ver ahora a jugadores como Carlos Valdés, Pablo Armero y Adrián Ramos están triunfando en grandes ligas. Ellos eran compañeros míos en el título del 2008 y yo estaba al nivel de ellos. Mi futuro pudo ser distinto”, cuenta Córdoba al diario “El Tiempo” de Colombia.
El 7 de octubre del año pasado fue el último partido de Córdoba como profesional. No, no es que se haya retirado del fútbol. Solo tiene 26 años. Lo que sucede es que sus constantes indisciplinas han hecho que nadie lo quiera. Antes de llegar a este momento, Córdoba vivía en el barrio La Sirena, donde asegura “gastaba la rumba [fiesta] y repartía la plata como si fuera un millonario”. Jaime malgastó todo su dinero y ahora vive gracias a la ayuda que le brinda su familia. Tiene la compañía de su esposa y el cariño de sus dos hijos.
“El semestre pasado tenía pensado volver a comenzar, así fuera en el Depor, que quedó de último en la B, pero todos los equipos tuvieron reparos por el tema de mi indisciplina. Siento que las puertas están cerradas, pero ojalá se vuelvan a abrir. Así me toque volver a empezar gratis, sin recibir sueldo, lo haré, pero quiero volver a jugar, por amor al fútbol y por cambiar la imagen que tengo. Quiero que de ahora en adelante se escriban páginas de gloria, porque cada vez que busco mi nombre en internet solo salen actos de indisciplina. Todavía estoy a tiempo”, dice Córdoba.