Atlético de Madrid contrató dos arqueros esta temporada tras el regreso de Thibaut Courtois al Chelsea. Ellos son: Jan Oblak, esloveno que llegó del Benfica, y Miguel Ángel Moyá, quien arribó tras jugar en el Getafe.
El más caro fue el primero: Oblak costó 16 millones de euros y ni siquiera era titular en el cuadro portugués. Y ahora el Atlético quiere devolverlo.
Al parecer, el arquero esloveno no habría llegado en buenas condiciones físicas. Según dijo el propio presidente del Benfica, Luís Filipe Vieria, el equipo español se lo quiso vender. “No lo queremos. Oblak no puede regresar después de abandonarnos”, dijo el dirigente en la TV oficial de su club.
El equipo del Cholo Simeone se viene preparando para lo que será la Supercopa de España ante el poderoso Real Madrid. El partido de ida se jugará en el Bernabéu este 19 de agosto y la vuelta en el calderón el 22 del mismo mes.