Un poco inspirado Bayern Múnich fracasó en Berlín en su búsqueda del doblete al perder contra todo pronóstico en la final de la Copa de Alemania contra el Eintracht Frankfurt (3-1), en el último partido de su mítico entrenador Jupp Heynckes en el banquillo.
El hombre del partido fue el croata del Eintracht Frankfurt, Ante Rebic, que marcó los dos primeros goles de su equipo (11, 82), ganando en velocidad a los defensas centrales del Bayern, Mats Hummels y Niklas Süle.
Robert Lewandowski había empatado para el conjunto de Múnich (53) dando esperanzas al equipo del colombiano James Rodríguez.
Pero en los últimos minutos, cuando más atacaba el Bayern, llegaron los dos tantos del Eintracht.
El 2-1 fue marcado por Rebic, en el 82, que ponía el título en manos del equipo de Fráncfort, antes de que llegara el tercero del Eintracht, anotado por el serbio Mijat Gacinovic en el descuento (90+6).
Resumen del partido
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Gacinovic anotó a puerta vacía, después de que el guardameta del Bayern, Sven Ulreich, subiera a rematar un córner de su equipo.
“Esta final es para Heynckes”, había afirmado antes del partido el patrón del Bayern Múnich, Karl-Heinz Rummenigge.
“Humanamente, Jupp es el entrenador más maravilloso que un club pueda tener(...) Y ya que hay que decirle adiós, queremos hacerlo con el doblete”, señaló.
¿Los muniqueses estaban paralizados por la emoción? Tal vez, pero fue en cualquier caso el croata Niko Kovac, entrenador del Eintracht Fráncfort, que será el técnico del Bayern la próxima temporada, el que terminó como un héroe entre estos dos equipos, separados por una gran distancia en la Bundesliga.
El Bayern ganó la liga con 84 puntos, mientras que el Eintracht terminó octavo con 49.