Neymar no es el mismo de hace unos años. No es el mismo, ni siquiera, si se le compara con el que llegó a Barcelona en el 2013. Y no lo es porque ahora luce con más musculatura tanto en la parte superior como inferior del cuerpo. Neymar ya no es más solo aquel larguirucho jugador de piernas flacas y largas con gambeta endemoniada; ahora es un futbolista completo.
Según un informe publicado por el diario “Sport” de Cataluña, el delantero brasileño ha ganado cuatro kilos de peso “después de un trabajo a medio plazo con un objetivo tan importante como difícil: aumentar su masa muscular sin que ello supusiera una pérdida de velocidad”.
Para lograrlo tuvo que aumentar la cantidad y la calidad del trabajo con las pesas. Antes, Neymar las levantaba como mucho una vez a la semana; sin embargo, en los últimos meses, ha aumentado su presencia en el gimnasio y ha realizado una modificación en su rutina: más peso y menos repeticiones para ganar 'cuerpo'. Es decir, el aumento de la caja para “meter mejor el cuerpo” en un fútbol cada vez más físico.
“He venido haciendo un trabajo físico más de caja, para aguantar más en los partidos. Es un tema importante, sobre todo para mejorar mi rendimiento, es lo mejor para mí”, explicó Neymar a la prensa brasileña hace unos días. El hecho de haber ganado masa muscular le permite tener más potencia a la hora de picar hacia el gol, algo importante en un jugador tan dinámico como él.
Pero el resultado del trabajo de Neymar no sería exitoso de no haber seguido una mejor dieta en la alimentación. Como explica “Sport”, el delantero ha recibido proteínas, aminoácidos y muchos hidratos de carbono para mejorar en el aspecto físico. “Los expertos aseguran que este proceso tiene que ser meticuloso y no trabajar nunca a corto plazo o para conseguir objetivos inmediatos”, dice “Sport”.