Lionel Messi cambió su cara en 2015 y con su explosión llevó al Barcelona a su mejor momento, lo que llenó de moral al conjunto azulgrana antes de encarar una semana vital en la temporada.
El Barcelona jugará el miércoles ante el Manchester City en Liga de Campeones y el domingo recibirá al Real Madrid en el gran clásico de la Liga BBVA. Y lo hará con Lionel Messi en efervescencia.
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Atrás quedan las imágenes de vómitos de un Lionel Messi angustiado. Ahora al argentino se le ve feliz en el campo mientras el Barcelona continúa acumulando triunfos que le permiten soñar con el “triplete” formado por Liga española, Champions y Copa del Rey.
Una fecha supuso el punto de inflexión de Lionel Messi y el Barcelona esta temporada. Fue el 4 de enero, cuando el Barcelona perdió 1-0 ante la Real Sociedad con el argentino en la suplencia. Aquel encuentro desató muchas críticas para su técnico, Luis Enrique, y destapó desencuentros entre el entrenador y la gran estrella.
“Después del partido de la Real Sociedad, donde no habíamos arrancado bien el año, cambió todo”, aseguró Lionel Messi en una entrevista en febrero en el programa de televisión Mundo Leo.
Lionel Messi se propuso para 2015 volver a ser el que era. “Este año intenté de inicio arrancar lo mejor posible. Sabía que no venía de un gran año, donde pasé por muchos problemas tanto dentro como fuera de la cancha. Era un desafío cambiar toda la imagen que había dado la pasada temporada. Y volver a ser el que era. Ese era mi objetivo”, explicó.
Desde que cayó ante la Real Sociedad, el Barcelona comenzó a volar para sumar 16 triunfos y una sola derrota en los 17 encuentros jugados a partir de entonces.
Al frente se situó Lionel Messi, cuyos registros remiten a los de su mejor época. Desde el comienzo de la Liga española hasta el choque ante la Real Sociedad, el argentino anotó 15 goles en 17 partidos, mientras que después de ese encuentro logró 17 tantos en 10 jornadas del torneo.
Messi dobló su media para pasar de 0,8 goles por encuentro a 1,7. Su última actuación decisiva ocurrió el sábado, cuando marcó los dos goles del triunfo del Barcelona por 2-0 en el campo del Éibar para mantenerse en el liderato de la Liga española.
“A Leo le da igual que el rival sea el Éibar, el City o el Madrid... Él siempre está a un nivel superior y el Barça se aprovecha de ello”, opinó hoy el diario “Sport”.
Messi es el termómetro de un Barcelona que se deprime cuando su estrella no es feliz y que emerge cuando el argentino muestra su mejor sonrisa sobre el campo.
Ahora el conjunto azulgrana afronta el tramo decisivo de la temporada en la mejor condición posible. Es favorito ante el Manchester City, al que ganó 2-1 en Inglaterra en la ida, y también aparece por delante en las apuestas para el clásico ante el Real Madrid, que llegará al Camp Nou por detrás de los azulgranas en la Liga española.
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