Michael Owen debutó en la temporada 96-97 de la Premier League con la camiseta de Liverpool. En la siguiente campaña, el delantero explotó y convirtió 23 tantos, cifra que repitió en el tercer curso como profesional.
El ‘Golden Boy’, como le conocían, destacó en la selección inglesa en el Mundial Francia 98 con solo 19 años. “Hasta los 20 años probablemente era uno de los mejores jugadores de mi edad”, recordó en una entrevista concedida al periodista Carl Markham.
Sin embargo, las constantes lesiones y problemas físicos mermaron el estado de Owen. “Esto continuó durante un periodo, pero las lesiones me frustraron. A los 23 años ya estaba en declive”, admitió.
Owen se recuperó, pero no logró alcanzar su mejor nivel, pese a convertirse en el mejor del planeta, por encima de Raúl González y Oliver Kahn. “Cuando uno de los tendones se rompe y ya no es el mismo, se ve afectado. Me pasó a los 19 años y gané el Balón de Oro a los 21 años”.
De otro lado, el inglés de 39 años reconoció que, como todo futbolista juvenil, uno de los objetivos era salir de la liga inglesa para firmar por Barcelona o Real Madrid. De hecho, el ex atacante fichó por la ‘Casa blanca’ en el 2004.
“Me alegro de haber jugado para el Real Madrid, fue una oportunidad para hacer algo diferente. Ir a Barcelona o al Real Madrid era el Santo Grial”, añadió y, al mismo tiempo, expresó el deseo de volver a Anfield.
“Eventualmente firmé con el Manchester United, que era la mejor opción en ese momento. No me avergüenzo de lo que hice, aunque quieren hacerme sentir de esa manera. Nunca fue mi sueño jugar para Stoke, Manchester United y Newcastle, pero ahí es donde me llevó mi carrera”, concluyó Owen.