En el clásico de la ciudad de Merseyside, Everton consiguió el empate 1-1 en la última jugada del partido cuando los hinchas del Liverpool solo esperaban el pitazo del árbitro para comenzar a celebrar en el estadio de Anfield Road.
La igualdad llegó de la manera menos pensada por los fanáticos del Everton. Luego de un centro desde la derecha despejado por la zaga del equipo local, el defensor Phil Jagielka se encontró con el rebote y sin dudarlo le pegó con toda su fuerza al balón que se clavó en el ángulo superior izquierdo del arquero Mignolet.
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