La erradicación de la violencia en el fútbol argentino y de las llamadas “barrabravas” requiere de una decisión política del más alto nivel, de una resolución presidencial, según el presidente de la ONG “Salvemos el fútbol”, el exjuez Mariano Berges.
“Es una decisión presidencial, no puede ser de un ministro, tiene que ser la decisión del presidente de turno”, asegura Berges en una entrevista con Efe, en la que analiza el fenómeno de las barras tras los incidentes registrados la pasada semana en el clásico Boca-River, en la Bombonera, donde fueron agredidos varios jugadores 'millonarios' con un gas tóxico.
A su juicio, el principal imputado por la agresión, Adrián 'Panadero' Napolitano, hincha de Boca, “no es ajeno” al club e “indudablemente su comportamiento no puede ser obra de una decisión personal”.
“Decir que actuó solo es una cosa que la hace hasta por supervivencia, porque si él hace manifestaciones donde se relaciona con otra gente indudablemente puede tener algunas represalias”, apunta.
Berges critica las fallas en la seguridad de la Bombonera -supuestamente protegida por 1.200 policías- y la investigación, que ha tipificado la agresión como “lesiones leves” en vez de apuntar a una “asociación ilícita” que permitiría la detención de Napolitano.
En su opinión, el responsable último es el Estado, entendido como “poder Ejecutivo, poder Legislativo y Judicial”.
Por eso, está convencido de que una orden presidencial terminaría por implicar a todos los poderes del Estado, a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) y a los propios clubes.
Incluso, apunta, “también puede provocar una modificación de las costumbres de la sociedad. Nosotros tenemos una sociedad que es extremadamente tolerante y permisiva con todos estos hechos”.
La violencia relacionada al fútbol argentino ha cobrado más de 250 vidas desde 1939.
Fuente: EFE