Un Pep Guardiola realmente alegre se vio en el Camp Nou durante el cotejo entre el FC Barcelona y el Benfica en honor a la Champions League obtenida en Wembley 1992 por el cuadro catalán.
Los jugadores de aquel 'Dream Team' volvieron a Barcelona y, acompañados de sus familias, recibieron homenajes en el Camp Nou por aquella Champions League ganada.El acto final fue un partido de veteranos en el que Pep Guardiola empezó en la banca de suplentes. Luego, a pedido de las gradas, el estratega ingresó y demostró que el tiempo había pasado.“¡Estamos acabados! Gracias a la gente que ha venido porque me esperaba mucha menos y sobre todo por la paciencia que ha de tener para ver esto. Les hemos de pedir disculpas. Somos el ejemplo claro que la cabeza quiere, pero las piernas ya no”, comentó Pep Guardiola a la par que dejaba escapar risas esporádicas.