Cuando no ha cumplido los 40 años y con solo 18 meses en el banquillo, Marcelo Gallardo ya es el emblema de River Plate, el 'Napoleón' que ha conducido a su equipo a cuatro títulos internacionales. Ahora busca el Mundial de Clubes, al que llama “la frutilla del postre”.
Copa Sudamericana 2014, Recopa Sudamericana 2015, Copa Libertadores 2015 y Copa Suruga 2015. Este es el impresionante bagaje de un técnico que perdió su primera eliminatoria al frente de Los Millonarios el pasado 27 de noviembre ante Huracán.
Emocionante banderazo en Osaka. #SoyDeRiver #SamuraisDeRiver https://t.co/IPgInHEHBm— River Plate (@CARPoficial) diciembre 15, 2015
Ocurrió en las semifinales de la Copa Sudamericana, en la que defendían título. Para Gallardo supuso una oportunidad de preparar el asalto al Mundial de Clubes, un trofeo que falta en las vitrinas del Estadio Monumental.
- Intercontinental con 20 años -
“Estas dos semanas nos han venido muy bien para remarcar lo que más necesitábamos”, dijo este martes haciendo de la necesitad virtud en un equipo que en los últimos meses ha pagado el esfuerzo hecho en agosto, cuando levantó la Libertadores y la Suruga de manera consecutiva.
Ahora River lucha por el Mundial de Clubes en su primera participación. Antes logró la Intercontinental en 1986 y la perdió en 1996, en un equipo liderado por Enzo Francescoli y Ariel Ortega, en el que estaba en el banquillo un joven Gallardo con 20 años, que no dispuso de minutos en la derrota ante la Juventus.
“Cuando vine como jugador fue una experiencia muy linda, eres joven, disfrutas y no sabes cuando lo vas a volver a vivir. Ahora es diferente, intentaré estar a la altura de las circunstancias”, explicó.
Casi dos décadas después y tras una sólida carrera como jugador y una meteórica trayectoria como técnico, Gallardo está de nuevo en Japón.
Precisamente fue el ídolo de River Enzo Francescoli, su antiguo mentor en la plantilla, el que le eligió a mediados de 2014 para sustituir a Ramón Díaz en un equipo que resurgía de sus cenizas tras ascender de la Nacional B.
“Hace un año y medio, cuando nos juntamos por primera vez, más allá de la ilusión de generar un buen equipo, queríamos marcar una línea de trabajo y de conducta que nos movilizara”, recordó este martes.
- 'Gestar algo sólido' -
“Queríamos gestar algo sólido, a partir del trabajo, de la seriedad y del compromiso, que se pusiera en marcha y lograr objetivos. A veces se da y a veces no”, añadió.
Entre los méritos de Gallardo, rescatar para su causa a algunos hombres que se han convertido en referentes de esta época. El uruguayo Carlos Sánchez estaba en el Puebla y Leonardo Pisculichi jugaba en Argentinos Juniors.
No dudaron en aceptar la propuesta y se convirtieron en fundamentales, con una serie de goles decisivos que sirvieron para levantar trofeos.
Otra de las claves del éxito del 'Muñeco' fue otorgar una identidad al grupo: Ofensivo, ambicioso, con rápida circulación de balón y presión constante en defensa.
“A nosotros, en un año y medio, se nos han dado muchísimas cosas lindas en este recorrido y hoy uno se encuentra en un lugar de privilegio, es la frutilla del postre”, añadió.
Aquel 5 de agosto, cuando River ganó su tercera Copa Libertadores, la afición convirtió en lema un grito que homenajeaba a su entrenador: “Y sí señor, de la mano del Muñeco, nos vamos a Japón”.
Cuatro meses después son 15.000 los locos que hicieron realidad aquella promesa y que estarán el miércoles en el estadio Nagai, una movilización récord en el Mundial de Clubes.
“Es impresionante que podamos vivir esto tan lejos de nuestro lugar, el espíritu del hinca tan pasional que nos caracteriza. Algo único, para disfrutar, muy emotivo”, concluyó Gallardo este martes, a unas horas de iniciar ante el Sanfrecce Hiroshima la batalla por su quinta corona.