Schalke 04 terminó por escribir el reciente martes uno de los capítulos más tristes de su historia. El equipo de Gelsenkirchen descendió de la Bundesliga tras caer en condición de visitante a manos de Arminia Bielefeld. Al regreso a su ciudad, el cuadro minero sufrió ataques con huevos e insultos.
Así lo informó la policía después de que el Schalke se limitase a decir que algunas personas habían “sobrepasado los límites” en sus actos de protesta.
Algunos aficionados esperaron el autobús del equipo, que regresaba de la ciudad vecina de Bielefeld, cerca del estadio. “Se lanzaron huevos a los jugadores que además fueron atacados verbalmente”, dice un comunicado de la policía.
En total, entre 500 y 600 aficionados esperaban al Schalke a las afueras del estadio. Según su propia información, representantes del club buscaron primero dialogar con la hinchada. Luego, según el club en un comunicado de prensa, “entre la multitud, personas no identificadas se excedieron en su protesta”. La “integridad física de sus jugadores y empleados” estaba “en riesgo”, dijo.
El Schalke aseguró que no aceptará nunca que se amenace la integridad física de los jugadores y que eso era justamente lo que había ocurrido la noche anterior.
Luego, añadió: “Comprendemos la frustración e ira por el descenso a la división de la Bundesliga. Pero el club nunca aceptará que la integridad física de sus jugadores y empleados sea puesta en peligro. Eso es exactamente lo que sucedió anoche a través de acciones de determinadas personas”.