Del 14 de agosto del 2019 se va a hablar mucho por las próximas generaciones de amantes del fútbol. La final de la Supercopa de Europa, que tuvo como flamante campeón al Liverpool tras vencer 5-4 en penales al Chelsea, luego de igualar 2-2 en tiempo reglamentario y suplementario, nos entregó un encuentro lleno de suspenso hasta el último instante. Sin embargo, el hecho histórico no estuvo protagonizado por los futbolistas, sino por la francesa Stéphanie Frappart: ella se convirtió en la primera mujer en dirigir un encuentro de alto nivel en el Viejo Continente.
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El ritmo frenético del partido provocó que este crezca en tensión y se transforme en una prueba de fuego para la árbitra. Por ello, la polémica se instauró rápidamente, cuando a los cuatro minutos una chalaca del senegalés Sadio Mané impactó en las manos del defensor londinense Andreas Christensen dentro del área de los ‘Blues’. No obstante, sin recurrir al VAR, Frappart decidió no cobrar.
Después que Olivier Giroud abriera la cuenta a los 36’ con una exquisita definición, la controversia y las miradas del mundo otra vez se posarían sobre Frappart. La jueza, asistida por su compatriota Manuela Nicosi y la irlandesa Michelle O’Neal, le anularía un gol al estadounidense Christian Pulisic tras una supuesta posición adelanta. Aunque la jugada fue muy fina, en la repetición se pudo comprobar que estuvo bien invalidado.
Tras el doblete de Mané (48’ y 95’) que puso a los ‘Reds’ 2-1 arriba, el penal anotado de Jorginho (101’) también estuvo acompañado de una situación dudosa: el cobro llegó luego de que el arquero español Adrián cometiera una falta sobre Kevin Abraham.
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Frappart tenía experiencia de sobra que la avalaba para encuentros de alta exigencia como los de hoy. La francesa de 35 años ya había marcado un punto de quiebre en el fútbol mundial cuando en el 2014 fue la primera árbitra de la Segunda División francesa masculina. Luego fue la jueza principal del duelo que enfrentó a Estados Unidos y Holanda, en la gran final del último Mundial de fútbol femenino.
Además, se convirtió en la primera mujer en dirigir un encuentro de la Ligue 1. Por eso ella fue confirmada como parte del conjunto de árbitros que saltará a la cancha regularmente en cada fecha del torneo francés.
El miércoles el campeón fue Liverpool, pero los grandes ganadores fueron el fútbol y todos los que siguen jugando a favor de la igualdad entre hombres y mujeres.
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