En el análisis de los desempeños deportivos, la inmediatez del resultado es una variable inevitable, sobre todo porque el público principal de estas actividades es el hincha, que en esencia se define por la pasión y la opinión radical. Desde esa perspectiva, es evidente que a la selección peruana Sub 20 de Daniel Ahmed le fue muy mal en el Sudamericano en Chile. En medio de esta penosa realidad, y sin ánimo de blindar a ciegas al jefe de la Unidad Técnica de Menores, deberíamos recordar que el trabajo formativo va más allá de un objetivo a corto plazo. Es cierto que a Daniel Ahmed le dicen ‘Turco’, pero pedir su cabeza como si estuviéramos en los tiempos de las Cruzadas es un apresurado exceso.
La crítica, que para eso también estamos, merece centrarse en la pobreza del juego colectivo de este equipo Sub 20 durante muchos minutos de sus cuatro juegos en este campeonato. Pocas sociedades, vacíos en el mediocampo y carencia de ideas por las bandas, precisamente las zonas de la cancha donde teníamos a los hombres con más experiencia en Primera División (López, Pacheco, Concha). Esa deuda sí es una mochila que deberá cargar el profesor Ahmed a la hora de la autocrítica y al momento de la reunión que tendrá en los próximos días con los dirigentes de la Federación Peruana de Fútbol.
La intención por proponer ese juego ofensivo y de iniciativa pudo percibirse, sobre todo, ante Ecuador y Argentina. No alcanzó con la voluntad, faltó definición (no se destapó ningún delantero en el torneo y eso sí preocupa en el mediano plazo) y hubo ausencia de rebeldía ante adversidades que son parte del juego (el penal fallado por Concha ante Ecuador y la expulsión de Huerto ante Argentina).
Sobre esto último, también es exagerado decir que “este grupo no tuvo buena cabeza”. Precisemos un dato: es cierto que el psicólogo de selecciones, Marcelo Márquez, renunció en enero por motivos personales; sin embargo él trabajó con estos chicos de la Sub 20 hasta fechas cercanas a la Navidad.
¿El noveno puesto en el Sudamericano Sub 20 anula cualquier validez del proceso de Daniel Ahmed como jefe de Unidad Técnica de Menores? La respuesta es no. Para empezar, Ahmed tenía la dirección técnica de este equipo como una de sus varias funciones en Videna: el argentino supervisa el trabajo en todas las categorías y lidera el proyecto de masificación futbolística en provincias.
Si tenemos que ver más de cerca el reflejo de estos cuatro años de Ahmed en la Videna, sigamos más de cerca a la Sub 17 que competirá en el Mundial en octubre. Ese equipo sí es una consecuencia total de este proyecto, al estar formado con un 40% de jugadores de provincias.
¿Qué deja esta selección Sub 20 para el futuro? Ojalá que mantenga ese aporte de los últimos equipos de la categoría que –si bien tampoco clasificaron al Mundial– dejaron jugadores para ir nutriendo al equipo mayor. No olvidemos que 20 jugadores que fueron al Mundial de Rusia formaron parte de procesos de menores, que en su momento también fueron calificados como fracasos. A los más radicales que piden que se vaya Ahmed, podemos decirles que en diciembre termina su contrato. Tranquilos, ya no griten tanto.
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