Bayern Múnich estableció hoy un nuevo récord en la historia de la Champions League al ganar su décimo partido consecutivo en la máxima competición continental al derrotar al CSKA Moscú (1-3).
El anterior récord lo estableció el Barcelona, con nueve victorias consecutivas, por lo que la victoria de hoy en la capital rusa se suma al anunciado cambio de ciclo en el fútbol europeo.
Los goles fueron anotados por Arjen Robben (17’), Gotze (55’) y Muller (penal, 65’). Descontó Honda, también de penal.
Con todo, el equipo entrenado por el ex técnico culé Pep Guardiola no lo tuvo nada fácil. Los rusos, ya desahuciados, merecieron mejor suerte, habida cuenta de las claras ocasiones de gol que fallaron.
El partido se disputó con temperatura de siete grados bajo cero y una intensa nieve, que convirtieron el césped del estadio Khimki en una dura, aunque practicable, pista de escarcha.
Una de las gradas del estadio del Khimki tuvo que quedar vacía como castigo de la UEFA por los gritos racistas proferidos contra el futbolista marfileño del Manchester City, Yaya Touré, en el anterior partido de Liga de Campeones.