Por Kenyi Peña AndradeCon 39 años de edad y la cinta de capitán reluciendo en su brazo izquierdo, Gianluigi Buffon se encarga de recibir la copa para alzarla y gritarle al mundo entero que la Juventus es por sexta vez consecutiva campeón de la Serie A. Entonces, Paulo Dybala, con 23 años y 18 goles en la temporada, aparece emocionado a su costado con esa sonrisa de amateur que lo caracteriza y le pide tocar el trofeo.
Esa imagen resume la clave del éxito de un grande, que estuvo en una dimensión desconocida llamada segunda división hace un tiempo atrás, pero ha vuelto de la forma en que su historia lo dicta. Golpeando con autoridad para ganar todo. Ojo, no es metafórico, sino literal estimado lector, Juventus lo ganó todo.Massimiliano Allegri, autor intelectual de haber construido y ensamblado esta máquina arrolladora de ganar copas, supo contrastar a la perfección la experiencia y juventud. Motivó a la gente grande para seguir extendiendo su palmarés, esa que supuestamente está aburrida de tirarse champagne en el rostro a final de temporada. Entre ellos estaban Giorgio Chiellini y Dani Alves, a quienes alimentó esa hambre de gloria que distinguen a los buenos jugadores de los ‘cracks’. Además, transformó en realidad a buenos prospectos de cara al futuro como los jóvenes Dyaba y Sturaro. Luego de la previsible goleada de 3-0 ante el Crotone, a falta de una fecha por terminarse la Serie A, solo quedaba festejar y sacar pecho, tras convertirse en el primer equipo en toda Europa en ganar de forma seguida tres dobletes (Copa y Liga). La ‘Juve’ se consagró con su título 33 en la Serie A siendo leal a la suya. Ganó en su ley, como se dice en el barrio. Con 26 goles en contra, fue el menos batido de la liga italiana y por consecuencia el más sólido. Con 75 anotaciones, fue el tercer equipo más goleador. En las 37 jornadas, Buffon, quien vive su segunda juventud, no dejó pasar ni el aire en su portería, mientras que Higuaín y Dybala fueron unos verdaderos asesinos del gol, al marcar entre los dos 50 dianas en todas las competencias. Lo complicado era no salir campeón con el gran equilibrio logrado. Ahora, el festejo deberá ser corto. El Real Madrid de Zidane espera en Cardiff el próximo 3 de junio. En Turín aún hay un espacio reservado en sus vitrinas para una ‘orejona’, esa que se escapó en el 2015 ante Barcelona. Pero pase lo que pase, el hincha de la ‘Juve’ puede dormir tranquilo, todo ha vuelto a su lugar.