Es preciso recordar en este momento que Roberto Mosquera fue puntero derecho. Justo ahora que se cierra la renovación de Reimond Manco para el 2016 y que existe una sospecha de cortocircuito entre ambos: uno es el técnico que insiste con un discurso disciplinario muy marcado e innegociable y el otro, un jugador cuya imagen todavía es discutible a pesar de que viene evitando cometer los errores del pasado.
En el 2012 no quisiste a Reimond Manco en Cristal. ¿Ahora sí?
Es cierto que fue una decisión en la que participé, pero no por indisciplinado como lo pintaron. Fue porque ya tenía a muchos hombres jugando en la posición de derecha y yo necesitaba un ‘10’ y un goleador. Pero ahora me voy a llevar muy bien con Reimond, porque juega en mi posición y tiene un gran talento. Él no es ‘10’, pero de él sale todo el fútbol de los equipos en los que ha estado.
¿No será un jugador problema?
Es otro. Nunca voy a tener un problema de indisciplina con Manco. Jamás. Haber recibido tanto dinero siendo muy joven y no haber sido preparado para ello es complicado. Todos lo juzgaron y condenaron sin saber que tener tan temprano la fama es una bomba de tiempo. Además, le dijeron “ya llegaste” y detuvo su crecimiento. Eso le pasó. Pero me voy a reunir con él, quiero saber cómo piensa y cómo ve al Alianza en diciembre del 2016. Así también con otros jugadores.
¿Aquello de que Alianza tiene un camerino difícil e indisciplinado te genera un problema?
Las normas de convivencia se dan desde el primer día y muy claras. Hay cosas que pueden hacer y otras que no. Tienen que entender que aquí no se les contrata por ser buenos jugadores. Todos son buenos. Yo los contrato por su estado físico. Les voy a pedir que estén siempre atentos y con un teléfono fijo activo.
¿Controlarlos por teléfono como hacía Jorge Luis Pinto?
Yo no lo hago, pero alguien de mi comando técnico sí puede hacer ese trabajo. Es normal.
¿Querías a Juan Jayo Legario en tu comando técnico?
Nunca hablé de Jayo con la directiva. Decían que no quería firmar con Alianza porque me imponían a Jayo. No es verdad. Recién me reuní con Jayo, conversamos y le pregunté si quería estar en el proyecto en serio o solo toma la asistencia como un pasatiempo o porque es ídolo de Alianza. Me dijo que le interesa trabajar conmigo y yo le he dicho que se tiene que capacitar. Le di las pautas para estudiar y que su aporte al comando sea valioso. No será determinante, pero quiero que influya.
¿Fuiste difícil de convencer para tomar este reto?
Sé que Julio César [Uribe] estuvo cerca. Es un lujo de entrenador y mi mejor amigo. No sé cómo puede estar sin equipo. También estuvo Rafo Castillo, pero no siento que haya competido con ellos. Se dio la coincidencia de que yo estaba libre y Alianza también. Pero los verdaderos artífices de que yo llegue a Matute son el gerente Gustavo Zevallos y mi representante William Pichling. A Gustavo lo conozco desde que trabajamos juntos en Bolognesi.
¿Tu forma de ser y tu verborragia te puede jugar en contra en Alianza?
Yo soy histriónico solo cuando hablo, pero no en mi actuar. Yo tengo que seducir al jugador, inspirarlo. Siempre me llamaron de equipos que pasaban por problemas; nunca me pasó que un presidente de un club campeón me llame y me diga: “Vamos a la Copa”. Pero en Alianza yo ya me siento parte de los 9 años sin campeonar y me tengo que indignar como todos. Hay cosas que quiero cambiar y los jugadores deben darse cuenta de que si no se ha logrado el objetivo es porque hay cosas que se hicieron mal.
¿Alianza es tu trampolín hacia la selección peruana?
No, yo quiero campeonar por Alianza. A la selección la observo y no desmayo, pero no tengo el perfil [ríe]. Según los dirigentes, porque la FIFA me declaró el mejor entrenador peruano desde el 2010 por haber hecho más puntos que cualquiera, elegido como el entrenador del año en el 2011, 2012 y 2014. Entonces no tengo el perfil para la selección.
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#AlianzaLima vs. #Universitario: chocan en clásico en Pucallpa ⏩ https://t.co/OApZrXyILc pic.twitter.com/EeSOuzbfuz— DT El Comercio (@DTElComercio) diciembre 12, 2015