Recién llegado a Juliaca, Roberto Mosquera trata de aprovechar el tiempo para un festejo que será emotivo y fugaz. Las autoridades de Puno lo han invitado para un homenaje con sus jugadores de Binacional. También estarán algunos futbolistas del equipo campeón nacional del 2019. Mañana mismo, Mosquera regresará a Lima y esperará el regreso de Juan Carlos Aquino, presidente de Binacional para una conversación decisiva. Por ahora, lo más probable es que esa charla solo sea de despedida.
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-¿Siente que sorprendió a Alianza Lima con su planteo en Matute?
La experiencia que uno tiene en el fútbol, hace que cada vez te acerques a lo óptimo y tomar decisiones adecuadas de acuerdo a una vivencia. Una de las primeras decisiones fue sorprender al rival, demostrarles que nosotros también podíamos hacerlo.
-La presión fue evidente sobre todo en los primeros treinta minutos. ¿Salió todo redondo en esa primera parte del encuentro?
Quisimos parar al rival desde el arranque y causamos desconcierto no solo en Alianza sino también en la tribuna. Pero tenía que comenzar así, no puedes arrancar un partido tirado atrás. El rival debe hacer sus méritos para meterte atrás, normalmente lo hacemos nosotros con fútbol, tenemos otro tipo de propuesta. Siempre supimos lo que ellos querían hacer y lo que planteamos fue demorar que ellos hagan su plan. Pusimos presión en tres cuartos de cancha y llamó la atención. Con eso retrasamos iniciativa, como la idea de ellos era no jugar mucho -y respeto ese estilo- obviamente que se retrasó el momento del pelotazo.
-¿Le molestó mucho que un dirigente de Alianza (César Torres) haya recordado la goleada que sufrió con Wilstermann ante River Plate?
Fue una vileza eso, una ruindad. Mis hijos estuvieron afectados con esas frases, un equipo como Alianza debe tener una dirigencia seria y responsable. No creo que Alianza necesite una estatura tan chata. Yo no le pensaba contestar porque lo conozco. Él sabe y yo sé que no está a mi estatura moral. Cuando esté a mi estatura moral le voy a contestar realmente.
-¿Pero aprendió lecciones de ese trago amargo en el Monumental de Núñez?
Ese partido fue en otro contexto, jugué en Buenos Aires sin seis titulares y lo primero que él debería decir es que él nunca llegó a cuartos de final de una Libertadores. Yo sí llegué y eliminamos al Atlético Mineiro en el Mineirao, donde Alemania le metió siete a Brasil. Tiene un mérito tremendo, por eso debió comenzar.
-¿Hubo pánico en el hotel cuando sonaron las bombardas en la madrugada del domingo?
Fueron hinchas equivocados, despersonalizados totalmente y toman decisiones de otros países. Eso hacen en Argentina, etc. ¿Por qué mejor no aprenden los cánticos en vez de envilecer a su equipo? Los malos hinchas que reventaron cohetones nos demostraron que tenían miedo. Ese fue el mensaje directo que recibimos, que su equipo no iba a poder. Y Alianza si hubiera podido meternos los tres o cuatro goles. Fuimos estoicos y fuertes anímicamente. Aparte esos hinchas escogieron un momento en el que estábamos con dolor. No sé qué tipos de valores manejan. Si tú quieres ayudar a tu equipo, al hacer eso confirmas que no confías en ellos. Si no, ¿para qué voy a intentar a lastimar al rival? Ojalá se solucionen esas cosas y que el hincha piense en qué colaboró. Nos dieron más fuerzas.
-¿Reivindica al técnico peruano su campeonato con Binacional?
Sí, es verdad, pero no lo hice pensando en eso. Lo hice porque era mi obligación, como producto de eso yo creo que habrá una valoración y antes de mirar lejos van a mirar cerca. Acá la mayoría de extranjeros ha venido al Perú a hacer su pasantía. Tú ves el currículum y ves que no dirigieron en ningún lado. Vienen a empezar acá. No está bien eso, la capacidad no tiene nacionalidad, pero, ¿cuántos han venido acá a aprender?
-¿Estuvo cerca de irse a Colombia para la próxima temporada?
Me llamaron del Deportivo Cali porque mi currículum es impecable. Lo que he ganado internacionalmente en tres años hace mucho no se veía. Una vez te mandé una foto de una clasificación internacional donde aparezco entre los mejores entrenadores de Sudamérica con Simeone y Gallardo. Yo no tengo nada que hacer con la trayectoria de estos dos, pero lo que le da realce a aparecer allí es que lo hice estando en Bolivia, que está último en el continente. Las valoraciones internacionales que uno tiene a veces ni en tu país se dan cuenta. De todos modos, no necesito eso. Las cosas que hice fueron para cumplir con mi trabajo, porque es orgullo para mi familia y entorno.
-¿Quién lo llamó del Deportivo Cali?
Me llamó el vicepresidente del club, que coincide con la persona que me llevó a Deportivo Cali en 1982, su padre que lamentablemente ya falleció. Hubo un empresario colombiano que llevó mi currículum y al final llegaron 60 hojas de vida. En Cali no tenían previsto que se iba a ir su entrenador. Mi currículum llegó después que los socios y directivos decidieron la contratación de Alfredo Arias. Igual me llamaron y explicaron del preacuerdo con Arias. Solo dejamos el canal abierto con ellos.
-¿Sigue pensando que Colombia podría ser su segunda estación en el extranjero después de Bolivia?
Y la tercera es México y espero hacer ese periplo. No es fácil, antes el Perú como país deportivo me detenía. Pero hoy a través de Gareca hay otra mirada y por eso me lleva Wilstermann. Yo fui a Bolivia cuando era menos que Perú internacionalmente, nuestra selección ya había clasificado al Mundial.
-¿Solo regresó al Perú por un tema familiar?
No solo es un tema familiar. Es cierto que tengo tres nietos y quería disfrutar de ellos luego de tres años de estar en Bolivia. Tampoco fue una decisión económica porque ganamos en Binacional tres veces menos que en el fútbol boliviano. Fue una decisión netamente deportiva donde había una ventaja. Yo vi el partido de Binacional contra la U y me encantó el equipo, a pesar de que perdió 2-0. Y vi que atrás era un desastre, que estaba desconectado entre líneas y que había jugadores que podían estar en otro puesto. Luego vi la repetición en mi casa, llamé a mi comando técnico y les dije “tenemos que tomar Binacional, porque podemos campeonar”. Hubo resistencia por una propuesta donde lo primordial era el logro deportivo. Tomamos una decisión inteligente.
-¿Y qué encontraron apenas empezaron en Binacional?
Sabíamos que no había un soporte administrativo, Arce se va quejándose de algunas cosas que eran injerencias en su trabajo. A mí no me pasan esas cosas, lo primero que hablo es de la independencia de mi trabajo. Y eso lo hablé con el presidente del club. Le dije en broma que mejor su compre un Play Station y allí dirija. Se mató de risa y acordamos el tema económico. El tema institucional recién está gestándose en Binacional. En Wilstermann, por ejemplo, tienen coaching, gerente deportivo, gerente de marketing, un montón de cosas que en una Copa Libertadores pesa mucho.
-¿Ha vuelto hoy a Juliaca para despedirse?
Hemos venido a Juliaca por un tema social, para festejos con la gente. Yo les dije varias veces lo que estamos pasando acá, lo hemos comprobado. Yo no sé si Juan Pablo Vergara se hubiera salvado si en la clínica hubieran tenido resonancia magnética. Eso no puede ser. Los congresistas de Juliaca están reñidos con la moral en su mayoría. Aquí en Juliaca parecería que no hubiera autoridades. Después de Lima, Juliaca es el lugar más corrupto del mundo. A mi comando técnico les dije que esta gente, que estos niños, necesitaban alegrías, necesitaban creer en algo. Somos unos de los equipos con más bajo presupuesto y hemos jugado ante treinta mil aliancistas. Me encantó lo que hicieron en el estadio, así como deploro a los que reventaron cohetones. Yo viví una fiesta, la fe no se puede ver, eso es para escribir una novela de amor. Por eso sí felicito a Alianza, jugar contra ellos no es fácil. Tuvimos la personalidad de tener la pelota y silenciar por ratos al estadio.
-¿Por qué cambió de posición a Donald Millán?
A Millán lo puse por derecha por un tema estratégico, porque Duclós sale poco. La idea es que tenga poco recorrido. En Juliaca lo puse en el segundo tiempo, porque él no iba a poder aguantar el partido completo. Yo lo puse cuando sentí el desgaste de Alianza. La gente no entiende que Millán ha vivido una experiencia diferente. Él estuvo en un carro que se volcó y falleció su compañero. En el velorio sintió algo diferente que todos nosotros, él sintió que podía haber estado en ese féretro. Y viendo llorar a la familia de Juan Pablo, también pensó que podía haber sido su familia. Su recuperación fue distinta. Yo pensé que en Lima solo iba a durar un tiempo. Él tuvo un golpe en las costillas y eso le generó un espasmo muscular en la espalda. Si era un riesgo ponerlo, no hubiera jugado.
-¿Solo será un paso fugaz el que tendrá en Juliaca entre hoy y mañana?
Hemos venido porque las autoridades nos invitaron, hemos venido a dar fe de nuestro trabajo. Vamos a dar testimonio y entregar la Copa que hemos logrado en buena lid a esta gente. No soy mucho de salir a la plaza y esas cosas, pero es lo que toca. Ningún equipo ha jugado como jugamos nosotros, con ese dolor.
-¿Cuánto tiempo va a tardar en tomar una decisión sobre su continuidad en Binacional?
No es un tiempo, nosotros sentimos que las condiciones no están dadas para competir internacionalmente. No estamos convencidos, igual vamos a hablar con el presidente. Es importante mejorar ese contexto administrativo. Nosotros queremos competir y no a ser comparsa.
-¿Ya tiene pactada la reunión con el presidente Juan Carlos Aquino?
El presidente ha viajado a Paraguay, será difícil que conversemos en el corto plazo. Yo mañana temprano regreso a Lima. Así que vamos a ver cuándo se da esa reunión, la idea es soñar juntos con un proceso diferente.