A pocos minutos de subir al avión que lo lleve a Cochabamba desde Montevideo, Roberto Mosquera solo pide que este momento estelar de su equipo Jorge Wilstermann, recientemente clasificado a los octavos de la Copa Libertadores, encuentre muy rápido un punto de aterrizaje. Quiere pisar tierra, por eso duda unos minutos antes lanzarse a dar declaraciones que, sin necesidad de un boleto aéreo, lo eleven demasiado por los aires. —¿Primer objetivo cumplido en Bolivia o ahora apunta mucho más alto?La idea era internacionalizarme y me agrada todo lo que está pasando. Estamos haciendo aquí en Bolivia un trabajo no solo serio sino también moderno. Buscamos darle dinámica al equipo desde los entrenamientos con equipos con GPS, hemos traído lo último de la tecnología desde España e Italia. Nos hemos vuelto muy acuciosos en el uso de armas válidas para manejar la individualidad y eso ha traído como respuesta este momento del equipo. Nos es fácil convencer a los dirigentes en gastar miles de dólares en comprar equipos con satélites que miden hasta el calor corporal. —¿La tecnología como factor ganador del periodo de Mosquera en Bolivia?El GPS ha sido muy importante en esta clasificación a octavos de Libertadores. Ante un equipo como Palmeiras, por ejemplo, no decidí alinear un equipo tan táctico sino mucho más físico con jugadores que te corran un promedio de 12 kilómetros y medio por partido. Era lo que necesitábamos ante un rival que no le afectaba ni siquiera la altura. —¿Y ahora la deuda del Wilstermann es recuperar espacio en el torneo local?Lo corto del equipo ha hecho imposible abrazar los dos torneos. Cuando hemos jugado con el equipo titular en el torneo local le hemos ganado, por ejemplo, al invicto y puntero que era Bolívar. Estamos comenzando a mejorar eso y a remontar poco a poco con una evolución sostenida. —¿Cuál sería la principal diferencia entre dirigir a un equipo boliviano y a uno peruano en la Libertadores?No sería justo cualquier cosa que yo diga. Primero, acá el presupuesto es de tres millones de dólares. En Cristal, cuando yo estuve era de doce millones algo así. El punto es que yo no creo que lo importante sea el dinero. El presupuesto no te asegura una clasificación, hay que tener buenos criterios y márgenes para contratar. Lo más duro para mí aquí es conocer el medio. Al no conocer eso me he distanciado un poco en el torneo local, esa es una realidad. Pasar de jugar de Oruro a cuatro mil metros de altitud hasta Santa Cruz a 35 grados. Todas esas variantes han dificultado mi aprendizaje, pero ya estoy ducho y saliendo adelante. —¿Lo de contratar lo dice por lo que pasó en Cristal?No es una crítica para Cristal ni para otros equipos. Yo he dado cifras que manejé, la dificultad no es el dinero sino no estaríamos compitiendo así. —¿Y se mantiene en esa idea de haber querido participar más en el armado de Cristal después de campeonar en el 2012?Sí, me hubiera gustado hacer el equipo yo. Ya lo dije y no deseo repetirlo de nuevo. Me dijeron que jugadores como ‘Neka’ Vílchez había pedido mucha plata. Se fue Delgado, Mariño, siento que solo nos faltaba un delantero para darle potencia al plantel. Igual ya todo lo que pensaba de la dirigencia se lo dije cara a cara, estuvimos en desacuerdo en muchas cosas. —¿Hay una evolución entre aquel Mosquera que hizo ocho puntos con Cristal en el 2013 en la Copa y este que clasificó con Wilstermann?Puede ser, me gusta esa palabra. Es una evolución en un medio más difícil que el peruano por el desconocimiento que tenía. Algunos mencionan mis ocho puntos con Cristal en la Copa del 2013 como si hubieran sido un horror. Yo me quedo orgulloso con mis ocho puntos porque al otro año Ahmed hizo seis puntos, después hizo 4 puntos Soso y ahora dos puntos. Ocho puntos no es malo. Ahora hice nueve puntos y clasifiqué. Con Cristal me faltó un punto para pasar -¿Coincide con los técnicos que dicen que lo más difícil en la Libertadores es clasificar de fase y que después puede ocurrir cualquier cosa?No puede ocurrir cualquier cosa. ¿Si te toca River qué crees que pueda ocurrir? ¿Si te toca Gremio o Mineiro? Aquí hay que prepararse el doble o el triple para enfrentarse a esos rivales que son bravos. Nosotros hicimos un partido fantástico ante Peñarol en los primeros 37 minutos. Ellos solo dispararon dos veces al arco y en cinco minutos nos hicieron dos goles. En octavos si pestañeas un minuto te meten tres goles. Hay que prepararse más. -¿Se siente reivindicado en el Perú con esta clasificación copera?Yo nunca he buscado reconocimiento y además no tengo por qué reivindicarme con nadie, porque mis equipos no han jugado nunca mal. Quizá con Alianza no pude mantener un once porque sucedieron muchas cosas, tuve lesionados, expulsados. Logramos clasificar a la Sudamericana aunque siento que quedé en deuda con el club, pero una deuda deportiva. Hubiera querido ser campeón con Alianza, pero las condiciones no estaban dadas derrepente o me equivoqué en algo. -¿Faltó convencer a un grupo difícil en Alianza?No pasó por convencimiento, lo que pasó queda dentro del plantel. Yo saco mis conclusiones y mis errores los aplico en el otro equipo. Pero públicamente no hablaré de si tal jugador corrió o no corrió o si no los convencí. -¿El campeonato boliviano es superior al torneo peruano?No tengo esa balanza para medir, solo puedo decir que es un campeonato duro. Hay jugadores argentinos, españoles, un arquero chileno que es un arquerazo, hay brasileños. Nuestro mejor jugador que teníamos (Thomaz Santos) lo vendieron, se fue al Sao Paulo. Solo pudo jugar ante Peñarol. Tuve que rearmar el once después que se fue. -Con lo que ha conocido en el fútbol boliviano. ¿Será difícil ganarles por las Eliminatorias en agosto?Va a ser muy complicado, pero no por haber clasificado Wilstermann o The Strongest, eso te da moral y respeto pero nada más. Ya Colombia lo tuvo complicado. El otro día estuvo el profesor Mauricio Soria en el entrenamiento del club y estuvo viendo a los jugadores con su comando técnico. -¿Soria le pidió información sobre la selección peruana?No hablé con el profesor, solo quería ver la práctica. Sería desagradable pensar que puedo hacer eso, no estoy hablando cosas de mi país o de cómo juega Gareca. No sirvo para eso, soy un tipo serio.
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