Siempre estamos en búsqueda de dietas o formas de alimentarnos que puedan beneficiar nuestro performance en el running. La dieta cetogénica, también llamada dieta keto, busca generar una situación en el cuerpo similar a cuando ayunamos, algo que puede causar cierta polémica en la comunidad runner.¿En qué consiste esta dieta?Utilizada desde hace más de 100 años para tratar la obesidad extrema y epilepsia, se basa en disminuir el consumo de carbohidratos y elevar el nivel de proteínas y grasas buenas. Al iniciar esta dieta, nuestro organismo crea los llamados cuerpos cetónicos (cetonas), que alimentan a nuestra células que, antes consumían la glucosa (importante combustible) producida por la ingesta de carbohidratos.
Esta dieta tiene una composición de entre 5 a 10% de carbohidratos en vez de entre 50 y 60% de carbohidratos que hay en una dieta “normal”.
Marcelo Campos, médico en la Asociación Médica de Harvard (Harvard Vanguard Medical Associates) y residente en la Escuela de Medicina de Baylor en Houston, señala que este régimen puede ser beneficioso en ciertas condiciones para reducir peso en forma acelerada. Sin embargo, es difícil mantenerlo pues se tiene que consumir carnes rojas, alimentos grasos y procesados, para equilibrarlo.
“Hay que tener en cuenta que este es un proceso altamente individualizado, y algunas personas necesitan una dieta más restringida para comenzar a producir suficientes cetonas”.
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¿Y en los runners?Este tipo de alimentación en atletas se usa principalmente en aquellos que desean bajar o mantener un peso reglamentario, también pueden utilizarlo otros atletas si se llegan a adaptar a este cambio en la alimentación, señala Geraldine Maurer, nutricionista clínica y deportiva.“Puede ser positiva en deportes de resistencia física como maratonistas, además para quienes deben bajar de peso y tener un nivel adecuado”, señala.
La especialista señala que de llevar este régimen, lo ideal es reducir poco a poco los carbohidratos y “no de golpe”, para no sentir debilidad inicial, que luego desaparece ya que el organismo se vuelve más eficiente al quemar grasas. “Podemos empezar unas semanas con 30% de carbohidratos, luego 20% hasta llegar a 10% por ejemplo”, recalca.
Maurer indica que existen estudios que demuestran que no hay diferencia en el rendimiento entre la dieta clásica con la cetogénica.
Cuidado con los efectos negativosAriel Canelón, profesor de educación física y coach en Perú Runners, indica que si esta dieta no es bien manejada podría ser perjudicial para el organismo.“Al no consumir carbohidratos que contienen la glucosa, fuente energética primaria para el músculo, el cuerpo entra en un estado cetónico y es inducido a no tener sensaciones, como la falta de apetito, además de causar mal aliento y olores desagradables en el cuerpo, pérdida de ganas de hacer movimientos, entre otros” señala. Para el experto, el punto a favor que tiene esta dieta es que ayuda a quemar grasa rápidamente. “Al no consumir carbohidratos consumes la grasa almacenada, pero al terminar el cuerpo toma las proteínas como fuentes de energía. Puede realizarse una o dos semanas máximo. Lo conveniente es disminuir la cantidad de carbohidratos de manera moderada”, finaliza.